España fue uno de los pocos países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en los que la renta real disponible de los hogares creció en 2022, a pesar de la caída de los salarios. Con un leve repunte de alrededor de medio punto porcentual, España se coló entre los diez países que mostraron un desempeño positivo en ese indicador. Y eso fue posible gracias a factores como los buenos datos de creación de empleo o las ayudas concedidas a las familias.
Según los datos de la OCDE, los sueldos reales en España descendieron un 2,66% el año pasado en un ejercicio que estuvo marcado por la elevada inflación. El IPC en nuestro país llegó a escalar hasta el 10,8% en julio de 2022, lo que, en la práctica, se traduce en una merma del poder adquisitivo de los trabajadores.
Sin embargo, mientras que los salarios reales se contraían en España más de un 2,5%, la renta real disponible de los hogares, que para la OCDE incluye tanto los sueldos como las rentas de pensiones y otras prestaciones sociales, así como las rentas de inversiones financieras, se incrementaba un 0,56% en el segundo semestre de 2022 respecto al mismo periodo de 2021.
Creación de empleo
Este comportamiento intriga a los expertos consultados por EL ESPAÑOL-Invertia, que creen que esta radiografía no refleja la realidad del país y sostienen que el repunte de ese indicador se debe, sobre todo, a la creación de empleo.
La economista jefe de Singular Bank, Alicia Coronil, apunta que "el efecto del crecimiento económico del 5,5% en 2022 ha hecho que aumente la renta disponible, con más gente trabajando".
Coronil también incluye entre las posibles explicaciones de ese fenómeno "el efecto de las ayudas a las familias", como los bonos energéticos o los descuentos al carburante, que el Gobierno concedió el año pasado en el marco de las medidas adoptadas para paliar el impacto de la guerra de Ucrania en la economía.
La economista jefe de Singular Bank descarta que el pequeño crecimiento de la renta real disponible responda a la revalorización de las pensiones, ya que la subida del 8,5% de acuerdo al IPC comenzó a aplicarse en 2023 y, por tanto, no está recogida en los datos de la OCDE.
El director de Coyuntura Económica de Funcas, Raymond Torres, coincide con Coronil en que la creación de empleo "actuó como factor compensatorio" de la caída de los salarios y da la apariencia, al menos en la estadística de la OCDE, de que amortigua la pérdida de poder adquisitivo.
No obstante, Torres va más allá de los datos y precisa que existen "realidades distintas", ya que si bien "las familias en su conjunto pudieron compensar la pérdida de poder adquisitivo de los salarios incrementado el empleo", en otras "no entraron más nóminas y tuvieron que soportar la caída de los salarios reales".
En cualquier caso, el director de Coyuntura Económica de Funcas mantiene que la pérdida de poder adquisitivo "fue una constante" en todos los países.
El desplome de los salarios reales fue la tónica en todas las economías de la OCDE, con un impacto más acentuado en República Checa, con un descenso del 11,09% en 2022, y en Lituania, del 9,73%. En Corea del Sur, los sueldos se mantuvieron estables, con un nimio repunte del 0,04%, mientras que en Canadá retrocedieron un 0,59%.