La educación superior favorece una mejor inserción laboral de los graduados, aunque el hecho de tener una carrera universitaria no exime a ningún titulado del riesgo de pasar a engrosar las listas del paro. La tasa de desempleo de los jóvenes de entre 25 y 29 años con alta cualificación en España es del 14%, 7,5 puntos porcentuales por encima de la media europea, según Eurostat.
El informe 'Jóvenes universitarios y empleabilidad', elaborado por Randstad Research y la Universidad CEU San Pablo, concluye que el efecto de las carreras en la tasa de paro "depende en gran medida del área de estudio".
La tasa de desempleo de los graduados universitarios es del 8%, como reflejan los datos del INE correspondientes a 2019 utilizados en el informe. Sin embargo, los ingenieros electrónicos se encuentran lejos de este porcentaje, ya que cuentan con una tasa del 0,9%, la más baja, seguida del 1% registrado entre los podólogos.
El paro tampoco es frecuente en titulaciones como Ingeniería Aeronáutica, Telecomunicaciones o Biomédica y Ciencias de la Salud. La misma suerte se repite entre las profesiones sanitarias, como Medicina, Nutrición, Farmacia y Odontología.
El futuro también se presenta halagüeño para los estudiantes que se decanten por opciones del sector sanitario. El Informe de Randstad y el CEU pronostica que "la pandemia de la Covid-19 y el proceso de envejecimiento de la población favorecerá un incremento de la demanda de las profesiones del campo de la salud".
Escasez de profesionales
"Estas titulaciones cuentan ya con una tasa de desempleo casi nula, lo que indica que no hay abundancia de estos profesionales. Si tenemos en cuenta que los datos no apuntan a un incremento de la oferta, es previsible que exista escasez en estos profesionales", vaticina el documento.
Las bajas tasas de desempleo de estas profesiones contrastan con el paro de profesiones como Conservación y Restauración, Filosofía, Literatura o Historia. "La tasa de paro en determinadas titulaciones multiplica por 20 a otras", advierte el asesor sénior de la Dirección General de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Rodrigo Martín.
Los graduados en Conservación y Restauración presentan una tasa de desempleo del 25,8%, la más alta de todas las titulaciones. La inserción laboral tampoco resulta sencilla para los graduados en Filosofía (18,4%), Literatura (17,3%) o Historia y Lenguas modernas y aplicadas (ambas con un 16,7%).
Pese a esas diferencias en las tasas de empleo, Martín recomienda a los estudiantes que elijan carrera según sus gustos, pero también teniendo presente la empleabilidad que les ofrece esa opción. "Tenemos que evitar la frustración", apunta.
Empleabilidad y salarios
El 51% de los graduados universitarios encontró su primer empleo en menos de tres meses después de graduarse. Sin embargo, un 62,2% de los egresados necesitó medio año para firmar su primer contrato.
Algunos estudiantes tienen más suerte y consiguen un trabajo antes de terminar la carrera, como les pasa a un 28,1% de los graduados, según el estudio del CEU y Randstad.
En estos primeros empleos, el 55,9% de los graduados ganó menos de 1.000 euros mensuales, mientras que uno de cada cuatro ingresó entre 1.000 euros y 1.500 euros al mes. Por su parte, un 4,5% de los titulados obtuvo una remuneración de más de 2.000 euros al mes con su primer trabajo.
El salario promedio estimado de los graduados aumenta, de media, un 48% entre el primer empleo y el trabajo conseguido cinco años después. De esta forma, un titulado que se estrena en el mercado laboral con un sueldo de 1.100 euros cobra 1.628 euros netos mensuales pasado un lustro, como sostiene el informe.
La titulación, de nuevo, influye en la remuneración. Un médico cobra, de media, 2.353 euros cinco años después de graduarse, mientras que un graduado en Conservación y Restauración tiene un sueldo de 1.131 euros al mes.
El mercado laboral del futuro se enfrentará a la desaparición de numerosos puestos de trabajo, como consecuencia de la digitalización y la transición medioambiental, aunque esos factores también propiciarán la creación de nuevos empleos.
Digitalización y medioambiente
El Foro Económico Mundial vaticina que entre 2020 y 2025 la digitalización destruirá unos 85 millones de empleos en todo el mundo y, al mismo tiempo, creará 97 millones de puestos de trabajo.
"Hay que ver hacia dónde van las tendencias del mercado laboral, qué perfiles se van a demandar", explica el director de Randstad Research, Valentín Bote.
Entre los empleos surgidos como consecuencia de la digitalización, el informe de Randstad y el CEU cita especialistas en Internet de las cosas, ciberseguridad, Inteligencia Artificial o Big Data. Por el contrario, quedarán obsoletas profesiones como contables, auditores o técnicos de nóminas.
La transición medioambiental favorecerá la aparición de profesiones relacionadas con la eficiencia energética, la gestión del agua o la movilidad sostenible. Los trabajos más contaminantes desaparecerán en el futuro.