La estadística del Ministerio de Trabajo contabilizó 660 contratos en los que las ETT cedieron trabajadores a la Administración Pública, Defensa y Seguridad Social obligatoria en el primer trimestre del año. En comparación con los tres primeros meses de 2022, este tipo de contratación se disparó un 98,8%, que en términos absolutos se traduce en 328 contratos de puesta a disposición, como se conoce esta modalidad. 

Aunque el porcentaje es abultado, el director de Randstad Research, Valentín Bote, resta importancia al dato y prefiere fijarse en los contratos totales. "Los contratos de puesta a disposición en la Administración Pública eran algo prácticamente inexistente. Si aumentan un poquito, enseguida se ven porcentajes altos", explica a EL ESPAÑOL-Invertia.

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Bote considera que hay que esperar a próximas estadísticas para ver si esta es una tendencia que se consolida dentro del sector público. No obstante, Bote insiste en que la Administración ha sido "la gran generadora de temporalidad en el sector público en los últimos cuatro años", con tasas superiores a las del sector privado. 

Junto con el sector público, la hostelería es otro de los sectores en el que más crecieron estos contratos en el primer trimestre de 2023. En números absolutos, las ETT firmaron con las empresas 47.047 contratos más de este tipo que en los tres primeros meses de 2022. La suma total ascendió a 104.777, con un repunte del 82,4%.

Caída en el sector privado

Al contrario que en el sector público, estos contratos temporales reflejaron un descenso generalizado en el primer trimestre de 2023. Las ETT y las empresas a las que se les ceden los trabajadores celebraron entre enero y marzo de este año 783.322 contratos de este tipo, un 13,1% menos que en el mismo periodo del año anterior. 

El sector privado ha tirado de esta reducción, sobre todo en áreas como la agricultura, la industria manufacturera o el transporte, donde el uso de este tipo de contratación se ha reducido en más de 41.000 contratos en cada caso.

El director de Randstad Research cree que la reforma laboral, que entró en vigor en enero de 2022, puede influir en esa caída, con un movimiento de la contratación temporal a la modalidad de fijos-discontinuos o a la externalización (outsourcing).

Sin embargo, en su opinión, también hay que tener en cuenta las perspectivas económicas de los primeros meses del año y que pudieron marcar la contratación.

"Se veía una tendencia no muy buena en términos económicos. Enero y febrero no fueron muy buenos", recuerda.