Los trabajadores con jornada a tiempo parcial volvieron a subir, al menos en cifras absolutas, en el segundo trimestre de 2023. España contabilizó 2.847.800 empleados con este tipo de contrato, la cifra más alta desde el primer trimestre de 2020, con 2.848.300 personas en esa situación. Las razones por las que una persona se decanta por estas jornadas son variadas, pero el 47,6% de los empleados que se vieron en esta situación entre abril y junio de este año fue porque no encontraron otra opción.
Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2023 sitúan en 1.355.700 empleados las personas que trabajan a tiempo parcial porque no se les ha ofrecido una jornada a tiempo completo, a pesar de buscarlo y quererlo. La conclusión es casi la mitad de los ocupados a tiempo parcial lo es por obligación y no tener otra opción.
Esta situación afecta mucho más a las mujeres que a los hombres. En el caso de ellas, son 977.500 trabajadoras las que cuentan con un contrato a tiempo parcial y la única razón es que no han podido acceder a uno a tiempo completo. Para ellos, esa cifra queda en 378.200.
La EPA refleja, también, que esta situación es más acuciante en la franja de 25 a 29 años. Un total de 182.000 jóvenes de esa edad firma un contrato a tiempo parcial, pese a estar dispuesto a trabajar a jornada completa.
Sin embargo, en el desglose por sexos, la tendencia es otra. Estas modalidades contractuales se concentran en mujeres de entre 50 y 54 años, con 139.400 empleadas a tiempo parcial porque no han podido encontrar un trabajo a tiempo completo. A estas, les siguen las de 45 a 49 años, con 139.400 ocupadas en su misma situación.
En el caso de los hombres, en ninguna franja de edad se superan los 100.000 ocupados a tiempo parcial porque no han podido encontrar un empleo a tiempo completo. El grupo más numeroso, con 67.800, se sitúa entre los 20 y los 24 años, seguidos de los de 25 a 29 años, con 62.000 empleados.
Después de la imposibilidad de encontrar un trabajo a tiempo completo, la segunda razón más repetida por la que los empleados optan por la jornada parcial es el cuidado de niños o de adultos enfermos, incapacitados o mayores. En el segundo trimestre de este año, 378.800 ocupados tenían un contrato parcial, de los que 356.200 eran mujeres, el 94%, y sólo 22.700 eran hombres.
Regulación más garantista
CCOO presentó este jueves sus propuestas para la próxima legislatura, entre las que se incluye la necesidad de "abordar una regulación más garantista para las personas trabajadoras del contrato a tiempo parcial".
El sindicato no se opone a la contratación parcial y, de hecho, admite que se trata de una forma contractual "perfectamente útil, viable y defendible", como señaló su secretario general, Unai Sordo. Sin embargo, tampoco pasa inadvertido que en España este tipo de contratos se utilizan para canalizar "la malentendida flexibilidad en la contratación", como expresa el documento de propuestas de CCOO.
[CCOO pedirá al próximo Gobierno una nueva regulación del tiempo parcial y cambios en los despidos]
"Suele estar caracterizada por ser un tiempo parcial no deseado (no se trabajan más horas porque la empresa no oferta más horas de trabajo), feminizado, y que en algunos sectores se da con prácticas fraudulentas nada excepcionales de alargamiento irregular de jornada", profundiza el texto.
CCOO también propone la trasposición de la Directiva 2019/1152 relativa a unas condiciones laborales transparentes y previsibles, que introduciría "derechos importantes" en los contratos a tiempo parcial. Entre ellos, cita que los cambios de tiempo completo a parcial, o al revés, con una ampliación de horas, cuenten siempre con la aceptación voluntaria del trabajador.
La trasposición también implicaría que el pacto de horas complementarias deba contar siempre con una indicación de los días y las horas de referencia en los que se pueden solicitar los servicios al trabajador.
Por otro lado, si la empresa cancela de manera total o parcial la realización de esas horas sin tres meses de preaviso, el trabajador conservará el derecho a la retribución correspondiente.
Además, si un trabajador con una jornada a tiempo parcial solicita una a tiempo completo o una ampliación de jornada, la respuesta de la empresa debe constar de manera fehaciente, por escrito, ser motivada y darse en un tiempo tasado y corto.
Al margen de la trasposición de la directiva, CCOO también expone que, según la legislación vigente, la regulación de estas horas se hace en la negociación colectiva, pero siempre "en clave de flexibilidad empresarial". Por eso, reclaman un desarrollo reglamentario que determine cómo, cuándo y de qué manera se pueden llevar a cabo.
Hasta ahora, la fórmula más utilizada es la ampliación de las horas complementarias hasta el 60%, el máximo legal, que resulta ventajoso para la empresa y los trabajadores que quieren aumentar su jornada laboral. El sindicato ve en estos casos margen para regular y tratar de "consolidar ese uso habitual de las horas complementarias en una consolidación de las horas ordinarias".
CCOO propone transformar contratos parciales en completos cuando la suma de las horas ordinarias más las complementarias alcance un determinado porcentaje, que fija en el 80%, de las de tiempo completo. Además, debe darse durante un periodo de tiempo determinado, que el sindicato sitúa en dos años.
También está la opción de que, sin llegar a transformar el contrato a tiempo completo, se consoliden las horas complementarias como ordinarias, cuando su uso continuado se diera en algún porcentaje establecido y durante un periodo de tiempo fijado.
Por el último, CCOO contempla una retribución adicional en las horas complementarias, "en pago" por la mayor flexibilidad que le otorgan a la empresa, como recoge su documento de propuestas para la nueva legislatura.