Los sindicatos tienen claro que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) debe ser el mismo para todos sus perceptores, independientemente de su lugar de residencia. En CCOO avisan de que "no es negociable" modificarlo por regiones y en UGT creen que introducir variaciones por comunidades autónomas no es "ni una medida inteligente ni solidaria". Ambos coinciden en que el incremento del SMI en 2024 tiene que ser "universal".
El debate sobre las subidas territoriales del SMI, en función de la economía y otras variables de cada comunidad autónoma, no es nuevo. La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha propuesto esta idea en el pasado, cada vez que se ha abordado una nueva revalorización, aunque por el momento prefiere evitar comentarios, ya que esta cuestión no está encima de la mesa, según fuentes patronales consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia.
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) también respalda el planteamiento de una renta mínima por comunidades. "España es una excepción en Europa que tiene un SMI universal. Esto hace que el SMI no juegue el papel que tiene que tener", cuestionó este lunes el director de Investigación del Área Laboral de Fedea, Marcel Jansen, en un acto organizado por el Consejo General de Economistas.
"Hay que buscar la máxima eficacia del SMI. ¿De qué le sirve el SMI a una persona adulta en Madrid o Barcelona? De nada, es una referencia inútil. Permitir que en otros territorios se vaya a más no rompe la unidad de mercado ni los salarios. No entiendo por qué los sindicatos no se abren a este debate", expuso Jansen.
La razón de su negativa se la dio el coordinador del Gabinete Económico de la Confederación Sindical de CCOO, Luis Zarapuz. "Para nosotros, el SMI debe ser el mismo en todo el conjunto del Estado, nos parece un sueldo mínimo ese derecho", apuntó.
"No hay que crear 17 SMI autonómicos, ya hay uno", dijo Zarapuz en otro momento del acto, en el que también se opuso a un SMI por edades. "Si el SMI se considera el mínimo de justicia para la población, no podemos combatir esa precariedad diciendo que los jóvenes tienen que aceptar un SMI inferior", advirtió.
Consultado sobre este punto, el vicesecretario general Política Sindical de UGT, Fernando Luján, ofrece las mismas explicaciones. "Las condiciones mínimas tienen que vertebrar el Estado, no podemos parcelar en absoluto. Entendemos que las condiciones mínimas de dignidad y suficiencia son las mismas en todo el territorio nacional", comentó a EL ESPAÑOL-Invertia.
Dudas con el 60%
El SMI de 2023, establecido en 1.080 euros en 14 pagas, equivale al 60% del salario medio español, como recomienda la Carta Social Europea. Sin embargo, esta referencia genera algunas dudas entre los sindicatos y Fedea.
UGT defiende que el Gobierno haya tomado como referencia la Carta Social Europea y cumpla con ella, pero cree que las estadísticas tomadas por la Comisión de Expertos del Ministerio de Trabajo para hacer el cálculo no son las precisas.
Luján sostiene que si se acude a los datos de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), al Eurostat (la oficina estadística europea) o a las bases de cotización media de la Seguridad Social todas apuntan a que el SMI debe estar en 1.200 euros, para alcanzar ese 60% del salario medio español.
"Son fuentes casi irrebatibles y nos lleva aparejado que aún no estamos en el 60% del salario que se percibe en España", recalca el vicesecretario general Política Sindical de UGT, Fernando Luján.
En CCOO, admiten que las estadísticas utilizadas por la Comisión de Expertos, en concreto las de estructura salarial, "analizan bien, pero no con urgencia y necesidad". "Las fuentes que se vienen utilizando, las que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE), son las que por metodología parecen más razonables", admitió Zarapuz.
Sin entrar en debates sobre la estadística correcta, el economista de CCOO aseguró que su sindicato ve bien que ese 60% aparezca recogido por la ley, para evitar "el teatrillo de convocar a los agentes sociales" para dar su opinión sobre el SMI.
Las críticas a la referencia del 60% y a la Carta Social Europea llegaron desde Fedea. "El 60% es un umbral como cualquier otro, no es sagrado", avisó Jansen.
El director de Investigación del Área Laboral de Fedea remitió a la directiva europea sobre salarios mínimos, en la que se habla de tomar como una posible referencia "el 60% de la mediana salarial bruta".
"Calcular el equivalente del 60% del SMI me parece un chiste de mal gusto. Hay economistas de primer nivel que pienso que están perdiendo el tiempo. Esto es algo que podrían hacer estadísticos en dos tardes", dijo, en alusión al grupo de expertos del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Jansen reconoció que la diferencia entre el salario medio y el mediano podría oscilar en torno a los 200 euros. Por tanto, ese margen también repercutiría en el SMI.
Para Luján, recurrir al salario mediano es utilizar "una pequeña trampa para reducir el importe" del SMI. "Para que una familia tenga ingresos suficientes para vivir con un mínimo de dignidad y no caer en la pobreza, la retribución tiene que ser, al menos, del 60% del salario medio", manifestó.
En CCOO, también son partidarios de que el SMI "no se vuelva a descolgar" del 60% del salario medio español, ya que "no son admisibles en este país los salarios de miseria" y deben "guardar consonancia con la economía", según Zarapuz.