El mercado laboral es un universo en constante evolución y cambio. Una de las últimas modificaciones estructurales que ha sufrido es la llegada del teletrabajo. Cada vez más empresas han incorporado de manera fija esta medida que se adoptó tras la llegada de la Covid-19. Ahora, muchos españoles o teletrabajan de manera continuada o lo hacen algunos días por semana con jornadas híbridas.
Por esta cuestión, se está poniendo cada vez más de moda la opción de ser un nómada digital. Aquella persona que trabaja para un país diferente del de su residencia. España se ha convertido en un lugar idílico para este tipo de prácticas, ya que las personas pueden ofrecer sus servicios a países que ofrezcan mayores sueldos, pero disfrutar en su día a día de las bondades de nuestra tierra.
Ahora, el portal especializado VisaGuide.World ha elaborado un ranking con los mejores países para estos nómadas digitales de cara al año 2024. Y en esa guía, nuestro país aparece muy bien situado, ya que es el más recomendable para que personas acudan a él a vivir aunque estén trabajando para otros estados. Y de entre todas nuestras ciudades, Oviedo aparece como una de las mejores opciones.
¿Por qué Oviedo es la mejor ciudad para teletrabajar?
El portal VisaGuide.World ha elaborado una guía sobre los países que tienen factores claves que les hacen buenos para el teletrabajo y para ser un nómada digital. De cara al año 2024, España se posiciona como el más recomendado por conceptos como sus tasas impositivas, la facilidad y velocidad de conexión a internet incluso en zonas rurales o el equilibrio entre el coste de la vida y el nivel mínimo de ingresos requerido.
El año pasado, dos de los países que ocupaban una posición alta en el ranking eran Costa Rica y Portugal. Sin embargo, el país vecino se ha visto afectado por el cambio en la política fiscal para extranjeros y la falta de cobertura de comunicaciones y sanidad que han provocado que se hunda en el ranking.
Este curso, España suma una puntuación de 4,5 sobre 5 superando a estados como Argentina, Rumanía o la propia Portugal. Una de las opciones que más se repite en nuestro país es la de personas que viven en España, pero que tienen sueldos de otros países como Estados Unidos.
De esta manera, tener un salario llegado desde una empresa internacional ubicada en países con economías más potentes en comparación con el coste de la vida en España, hace que esta diferencia sea muy beneficiosa para nuestros nómadas digitales. En los últimos días se ha viralizado un vídeo de una persona que vive como nómada digital y que evidencia las bondades de Oviedo.
Él es estadounidense y cuenta, por ejemplo, lo asequible que puede encontrar un menú del día para comer. También hace referencia a la poca dependencia del coche que se tiene en España comparado con Estados Unidos. Residiendo en Oviedo, puede ir caminando desde el centro hasta cualquier punto de su ciudad además de llevar una vida muy acomodada.
Para él, el mayor beneficio es la diferencia entre los salarios de España y los que cobran en otros países, además de los impuestos a los que tienen que hacer frente. Tal y como indica el portal Xataka, desde la aprobación de la Ley de Start-ups (Ley 28/2022), que modificó la Ley de Emprendedores, para solicitar un visado de nómada digital en España es necesario demostrar unos ingresos superiores a 30.240 euros anuales.
En el año 2022, el salario medio en Estados Unidos se fijaba en unos 56.236 euros mientras que en España era de 28.360 euros. Además, el Gobierno incluyó una serie de ventajas fiscales para atraer a los nómadas digitales en lo que respecta al IRPF sobe sus ingresos laborales. En su caso, residiendo en una ciudad como Oviedo, que no es tan cara como Madrid o Barcelona, y cobrando unos 90.000 euros, el rédito es enorme.
Mientras un nómada digital en España estaría sujeto a una tasa impositiva del 24% hasta los 600.000 euros, y del 47% para aquellos que superen los 600.000 euros anuales, un trabajador en nuestro país estaría sujeto a una retención del 45% para ingresos de entre 60.001 euros y 300.000 euros y del 47% para los que superen los 300.000 euros anuales. La diferencia es muy notable.