La patronal y los sindicatos han acordado negociar de manera bipartita la reducción de jornada para tratar de acercar posturas sobre esta cuestión. Esta decisión no implica una renuncia al diálogo tripartito, y mantendrán reuniones periódicas con el Ministerio de trabajo y Economía Social.

CCOO, UGT, CEOE y Cepyme quieren darse así "un margen de tiempo" para ponerse de acuerdo, como ha dicho la secretaria confederal de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, tras la primera mesa de diálogo con el Gobierno, que se ha prolongado cerca de cuatro horas. 

De forma paralela, los agentes sociales mantendrán encuentros con Trabajo para informar de sus avances. El vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján, ha recalcado que esa negociación entre empresarios y sindicatos no implica una suspensión de la mesa tripartita. "El Gobierno no se va a desligar de esta negociación, irá en paralelo", ha señalado en sus declaraciones a los medios.

Desde el Gobierno, el secretario de Estado de Trabajo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, ha agradecido a los agentes sociales su participación en un debate que "lleva 40 años aparcado" y que resulta necesario para "ganar calidad de vida" y que las empresas "sean más productivas". 

Pérez Rey ha informado de que el Ministerio "acepta y estimula" el diálogo bipartito que les han solicitado la patronal y los sindicatos, para que entre ellos analicen "de forma detallada" cómo afectará a los diferentes sectores y a las pequeñas y medianas empresas (pymes). El Gobierno seguirá convocándoles en las próximas semanas. 

Control horario 

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, insistió en las semanas previas a esta negociación en que sobre la mesa también tendría que estar el control horario y un refuerzo del registro de jornada. Pérez Rey ha confirmado que esta cuestión se ha tratado en esta primera toma de contacto para conseguir "actuar de manera contundente a la vez que práctica". 

De hecho, el Gobierno está decidido a que esta reforma "no sea bisutería" y se ha propuesto "tomar medidas" para que tanto la reducción del tiempo de trabajo como el registro horario sean efectivas. Las acciones concretas de las que habla el Ejecutivo se encaminan a un "endurecimiento de sanciones en la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social (Lisos)". 

CCOO y UGT, los únicos agentes sociales que han hecho declaraciones tras la reunión, también han recalcado que la importancia de este debate no reside sólo en la reducción de jornada en sí, sino en otras cuestiones como el citado control horario, el descanso, los permisos retribuidos y el tiempo de trabajo en general. 

Los sindicatos han incidido en el control de las horas extra y, en particular, de las no retribuidas. También abogan por recurrir a las nuevas tecnologías y a la Inteligencia Artificial para mejorar el registro horario.

Aunque el primer paso es llegar a las 38,5 horas en 2024, el secretario de Estado ha puesto ya la vista en 2025, con esas 37,5 horas. Los sindicatos también van más allá y recalcan que su objetivo es que el tiempo de trabajo vaya descendiendo hasta las 35 horas semanales e, incluso, las 32.