España es un país en el que el empleo lleva muchos años viviendo una situación bastante precaria. Por ello, hay muchas personas que no tienen trabajo y que pasan auténticas dificultades para encontrar uno. Además, hay individuos que viven una situación igualmente complicada que tienen que buscarse más de uno para poder tener un sueldo que les permita tener una vida "decente".
Estos casos, obviamente, son legales, ya que una persona puede tener cuantos trabajos quiera y pueda sostener, sin que los intereses de uno perjudiquen a los del otro. Sin embargo, lo que sí supone una infracción es recibir dos sueldos por un mismo trabajo salvo que se traten de remuneraciones extra. Una situación anómala, pero que puede producirse en algunos casos.
Ahora, resolvemos la complicada situación que supone que una persona reciba dos sueldos a pesar de que solo tenga un cargo. Esto es así porque recibe una prestación adicional por algún motivo. Uno de ellos es especialmente sensible, que es aquel en el que tenemos una pensión de incapacidad permanente, pero que nos permite trabajar.
¿Se puede tener una incapacidad permanente y seguir trabajando?
A pesar de lo que muchas personas creen, se puede tener un trabajo y a la vez tener una pensión de incapacidad permanente. Eso sí, depende del grado de la misma y de la actividad que estemos realizando. La pensión de incapacidad permanente es una ayuda para aquellas personas cuya capacidad laboral se ve reducida o anulada. En España existen cuatro grados de incapacidad permanente:
- Parcial para la profesión habitual: implica una disminución del rendimiento superior al 33% en la labor habitual, sin necesidad de abandonar el trabajo actual.
- Total para la profesión habitual: inhabilita al trabajador para su labor específica, pero permite compatibilizar la pensión con otro trabajo que no contradiga el grado de incapacidad reconocido.
- Absoluta para todo tipo de trabajo: inhabilita al individuo para cualquier actividad laboral ya sea por cuenta propia o ajena.
- Gran invalidez: parecida a la anterior. Implica necesidad de asistencia de una tercera persona.
A pesar de lo que muchas personas creen, tanto la incapacidad absoluta como la gran invalidez permiten combinarse con otros trabajos hasta la edad de acceso a la jubilación. Para saber si un trabajo es compatible con la incapacidad permanente, se realiza una evaluación individualizada que se basa en dos factores fundamentales. El primero es el motivo de la incapacidad y el segundo las características del trabajo. Para ser beneficiario de la pensión por incapacidad permanente que desea trabajar debe seguir los siguientes pasos:
- Informar al INSS: comunicar al Instituto Nacional de la Seguridad Social su intención de reincorporarse al mercado laboral.
- Completar un formulario: completar un formulario específico donde se detallan las características del nuevo empleo y las funciones a realizar.
- Evaluación por parte del INSS: esta institución analiza toda la información y evalúa la compatibilidad del trabajo con la incapacidad permanente.
Una vez ya hemos completado estos pasos, habrá que esperar el resultado. Uno de ellos puede ser la aprobación de la compatibilidad entre la incapacidad y el empleo a realizar. Otro, la revisión de la pensión que recibe por la incapacidad dependiendo de como sea el trabajo a realizar. Y por último, la retirada de la incapacidad y por tanto de la ayuda económica.