Así lo indican fuentes de la negociación entre los partidos del Gobierno y las formaciones de la Cámara Baja. Los diálogos no están yendo según lo esperado y las agrupaciones leales a Pedro Sánchez y Yolanda Díaz no terminan de confirmar su apoyo a la reforma.

Un respaldo que es clave para que se tramite el RDL y no ocurra como en enero, cuando Podemos rechazó la reforma por suprimir la sobrecotización de los parados mayores de 52 años. 

Problema

El Gobierno no se quiere enfrentar de nuevo a esta situación, que además introduciría un grave problema en su agenda más próxima. La reforma del subsidio de desempleo es el principal hito que España todavía no ha cumplido para recibir el cuarto pago de fondos Next Generation, unos 10.000 millones de euros. 

España ha pactado una prórroga de los plazos para este cumplimiento que, precisamente, caduca esta semana. Más retrasos podrían suponer incómodas renegociaciones con la Comisión Europea. 

Un ejemplo de esta situación es el caso de ERC, un partido que en la votación de enero sí que había apoyado la reforma.

Fuentes de la formación independentista indican que todavía no han tomado una posición. "Nosotros ya votamos a favor de la reforma en su momento y ahora estamos a la espera de las mejoras que se puedan introducir", señalan.

¿Acuerdo?

Con todo, los republicanos dejan la puerta abierta a un acuerdo sobre la bocina. Fuentes de los grupos parlamentarios indican que la posición más dura la está representando Junts, que amenazaría con hacer descarrilar la reforma en el trámite parlamentario. Desde el partido declinan hacer comentarios al respecto. 

Cabe recordar que la reforma ha sido finalmente pactada con los sindicatos CCOO y UGT.

Entre los cambios más reseñables se incluye un aumento por tramos de las cuantías. El subsidio sería del 95% del Iprem durante los primeros seis meses de cobro (570 euros mensuales), del 90% durante los siguientes seis meses (540 euros) y del actual 80% durante el resto de la duración de la prestación (480 euros).

Además, se ampliaría el colectivo de beneficiarios y permitirá compatibilizar con un salario tanto el subsidio como la prestación contributiva de desempleo.

Compatiblidad

La reforma entrará en vigor con carácter general en noviembre de este año. La duración máxima de subsidio se mantendría en 30 meses y se podrá compatibilizar con salario hasta 180 días por cada nuevo empleo a tiempo completo o parcial, sin reducción de la cuantía.

En el caso de la prestación contributiva de desempleo, se podría compatibilizar con un empleo tras un año cobrando prestación y siempre que el salario no supere el 225% del Iprem (1.350 euros al mes con el Iprem actual). Esta medida en principio operaría a partir de 2025. 

Este nuevo régimen de compatibilidades iría acompañado del establecimiento de mecanismos de control a través de la firma de un convenio de colaboración entre el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y la Inspección de Trabajo. 

También habría una simplificación de los trámites administrativos para acceder al subsidio, con la eliminación del mes de espera para las personas que hayan agotado su prestación contributiva y quieran solicitar el subsidio. Así, la ayuda se podrá cobrar desde el primer día.

Además, la reforma eliminaría los subsidios parciales para quienes hubieran trabajado a tiempo parcial, pudiendo cobrarlos íntegros, al tiempo que permitirá que las personas con menos de 12 meses cotizados (que son los necesarios para acceder a una prestación contributiva) puedan acceder al subsidio, medida que beneficiará fundamentalmente a los jóvenes.