Mariscadores en una jornada diaria.

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Empleo Hoy

Las mariscadoras, 'al límite': desde enero impedidas para trabajar las playas y con ingresos mínimos para vivir

Muchas de ellas se han quedado fuera de la prestación económica por cese y aún están esperando las ayudas económicas de los fondos FEMPA. 

20 julio, 2024 02:23

El 15 de diciembre de 2023 fue el día en el que muchas cofradías gallegas decidieron solicitar el cese de actividad. Desde ese momento, se cerraron las playas para incentivar la regeneración de las especies. Sin embargo, a día de hoy, hay muchas mariscadoras que continúan sin trabajar tras la prolongación de ese cese.

Hay un grupo de estas profesionales más afectado a los que el Instituto Social de la Marina (ISM) les ha rechazado la prestación económica. Esto supone que no les queda más remedio que salir adelante con unos "mínimos ingresos" que les dificulta cubrir sus necesidades básicas.

La contaminación y las lluvias torrenciales bajaron la salinidad del mar y provocaron la muerte de la mayoría de moluscos en los meses previos a la campaña de Navidad. Como cuenta Inma Otero, presidenta de la organización de productores (OPP20 de Arousa), las mariscadoras "tuvieron unas pérdidas casi del 90% de la cosecha", precisa. Además, desde la lonja se estiman unas pérdidas de 10 millones de euros en solo 70 días. Concretamente, desde el 1 de octubre hasta el 10 de diciembre.

Ante esta dramática situación, algunas cofradías como la de Noia (A Coruña), Vilanova de Arousa (Pontevedra) o Poio (Pontevedra) decidieron tramitar el cese de actividad para impulsar la regeneración de los moluscos. De esta manera, las mariscadoras tenían derecho a una prestación económica para paliar los daños y pérdidas económicas. 

Como ha informado el Instituto Social de la Marina (ISM) a este medio, en total se han solicitado 1.549 ceses de actividad desde enero a junio de 2024. De esas, aún en julio quedan por resolver 89 peticiones. Y por el momento, hay un grupo de 117 personas a las que no les han admitido esa solicitud, por lo que le han rechazado la prestación.

A esto se le tiene que sumar todas aquellas cofradías que han decidido no pedir el cese por miedo a que algunos de sus mariscadoras se les denegara la prestación por los requisitos que hay fijados por decreto, de las cuales es complicado tener un cómputo. 

La Xunta, a través del ISM, es la encargada de proporcionar estas prestaciones, que tienen unos requisitos para su concesión. Entre ellos, está el de que los trabajadores tienen que tener, al menos, 12 meses cotizados en los últimos dos años para acceder a estas ayudas.

Inma Otero, mariscadora perteneciente a la asociación de AMARCARRIL

Inma Otero, mariscadora perteneciente a la asociación de AMARCARRIL

Otros de los requisitos para acceder al derecho a la protección por cese de actividad se establecen en el Artículo 342 del Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social. 

Por un lado, como explica Margarita Pérez, directora provincial de A Coruña del ISM, el trabajador no podrá ejercer otra actividad por cuenta propia, salvo en los supuestos en los que se encuentre en situación de pluriactividad en el momento del hecho causante de la prestación por cese de actividad.

Esa ayuda económica será compatible con la remuneración por el trabajo por cuenta ajena que se venía desarrollando, siempre y cuando la suma de la retribución mensual media de los últimos cuatro meses previos a la prestación no supere el salario mínimo interprofesional (SMI). No se tendría en cuenta la parte proporcional de las pagas extraordinarias.

Todas aquellas personas que no están dentro de esos requisitos se han quedado fuera de la compensación económica por inactividad. Ante esta situación tan devastadora, muchos siguen esperando las ayudas de los fondos europeos destinados a Pesca y Acuicultura (FEMPA) y otras, la mayoría de a pie, siguen luchando para intentar que se les concedan esas prestaciones. 

"Sin ingresos para vivir"

La ría de Arousa (A Coruña) está haciendo frente a una grave crisis económica por el cese de actividad y es una de las zonas más afectadas por la mortandad de las especies. 

Elena (44 años), una de las mariscadoras a pie de esta zona, se encuentra "al límite". Desde que cerraron las playas el pasado mes de diciembre, la profesional tiene unos ingresos mínimos y, como relata a este medio, "está ahogada hasta el cuello". Tanto ella como su familia están saliendo adelante con el sueldo de su marido que cada vez más les está impidiendo "llegar a fin de mes". 

Tanto ella como muchos mariscadores tuvieron grandes pérdidas económicas en los meses previos a Navidad y su cofradía optó por solicitar el cese de actividad. "Pensábamos que íbamos a recoger al menos la campaña. Por eso, mucha gente votó para solicitarlo, porque iban a tener la prestación además del dinero que sacaran en el mes de enero. Sin embargo, luego no recogimos la cosecha. Nos mintieron, ya que el 15 de diciembre se cerraron las playas oficialmente", sostiene. 

La otra cara de la moneda es que al solicitar el cese hay algunas personas que se han quedado fuera de esta prestación económica. Elena fue una de ellas. En primer lugar, solicitó la ayuda porque su abogado le recomendó que lo hiciera, ya que estaban convencidos de que se la iban a conceder. Pero no fue así. El ISM le rechazó la prestación, porque según la institución "la media de los últimos cuatro meses cotizados previos al cese superaba el salario mínimo interprofesional". 

Elena Saldaña, mariscadora a pie de la ría de Arousa, en una jornada de trabajo en el mar.

Elena Saldaña, mariscadora a pie de la ría de Arousa, en una jornada de trabajo en el mar. Fotografía cedida a E.E

Para obtener más ingresos, Elena compagina su trabajo en el mar con el de profesora de pilates. En este último empleo, tiene una jornada de ocho horas semanales y obtiene unos ingresos que no llegan ni a 300 euros al mes.

En la carta que le envió el ISM le indicaba que el ser pluriactiva era lo que echaba para atrás esa prestación, ya que la suma de los dos trabajos en esos cuatro meses anteriores superaba el salario mínimo interprofesional.

Ante esto, la profesional decidió hablar con su gestoría porque no entendía por qué se la habían rechazado. En muchas ocasiones, con la suma de los dos trabajos no llegaba ni al salario mínimo. "La mayoría de los meses, se me quedaba el sueldo en 800 o incluso 500 euros al mes porque tenía que restarle el dinero del seguro de autónomo que son unos 300. No sé cómo han hecho los cálculos. Ya lo he reclamado, gracias a la ayuda de mi abogado", matiza.

"Si ya era difícil salir adelante con esos salarios tan bajos, imagina ahora que no estamos ni trabajando ni cobrando nada, lógicamente", denuncia. 

Un futuro con pérdidas

La mariscadora en conversación con EL ESPAÑOL-Invertia relata cómo es su día a día desde hace meses. Para ella, está resultando muy difícil salir adelante, porque tras rechazarle la ayuda no tiene ingresos, "sino pérdidas". Así, denuncia que aun así tiene que seguir pagando el seguro de autónomo. "De lo que gano por ocho horas a la semana como profesora de pilates va directo para pagar el seguro, que eso encima me lo sigan cobrando aunque no esté trabajando", precisa. 

Para más inri, Elena en su trabajo como profesora de pilates tiene un contrato fijo discontinuo y estos tres meses de verano estará sin trabajar, porque su empleo va acorde con el horario escolar. Ya no está ingresando nada. No sabe cómo se le va a presentar su verano. Mientras tanto, sigue luchando para conseguir ayudas de los fondos FEMPA

Mariscadores a pie de la ría de Arousa (Pontevedra).

Mariscadores a pie de la ría de Arousa (Pontevedra).

Su cofradía lleva sin trabajar seis meses. Deberían haber empezado a mariscar el 30 de junio, pero pidieron prorrogar tres meses más el cese ante la escasez de marisco. "Nos vamos hasta octubre con las playas techadas, casi ya a un año sin poder hacer nada y perdiendo toda la cosecha".

Las pérdidas con respecto al verano del año pasado son del 100%, de hecho, en el anterior "hicimos la campaña de Navidad porque luego los meses siguientes ya se fastidió la cosecha. En agosto, ganamos hasta 1.000 euros que otras veces ganamos 500. El verano pasado fue bastante provechoso", aclara a este medio.

De cara a los próximos meses, espera que la situación se solucione. Por el momento, ha estado llamando al ISM para que le den más explicaciones del rechazo de la prestación económica. Pero aún no ha recibido una respuesta. "No saben que decirte, no tienen idea". Y por otro lado, está intentando que su cofradía tenga la iniciativa de solicitar ayudas de los fondos FEMPA para los mariscadores a pie, como han hecho con los de a flote. 

Elena sigue reclamando esas ayudas para todas aquellas que se han quedado fuera de las prestaciones, pero su cofradía no ha sabido pedirlo y no le dan ninguna solución. También, "he llamado a las administraciones para ver si va a salir alguna ayuda más para los mariscadores a pie y me han respondido que, aún, no saben nada". 

"No es justo que nos veamos obligadas, a abandonar o tener que pedir ayuda a los familiares o amigos para poder hacer frente el pago de autónomos y para sobrevivir. Vergüenza les debería de dar de obligarnos a estar en esta situación tan injusta y sin precedentes", denuncia Elena. 

Con todos estos problemas, la profesional cuenta que desde la cofradía están notando que desde hace dos años no están entrando nuevos profesionales. Como reclama: "Tenemos un plan de explotación de hasta 250 mariscadores a pie, porque la gente se va jubilando y necesitamos introducir gente nueva. Pero, claro no se está cumpliendo y como se va a meter la gente en esta situación", añade. 

Reacción de la Xunta 

En toda Galicia hay un total de 3.600 personas con licencia para mariscar, la mayoría de ellas son mujeres (2.700 en concreto). Y de ese grupo, no todos han solicitado el cese de actividad por el miedo a que se quedara gente fuera de la ayuda, como ocurre en el caso de Elena. 

Por ejemplo, la Cofradía de Santiago Apóstol de Carril (Pontevedra), donde desarrolla su labor Inma Otero, decidieron no solicitar la inactividad. Estos mariscadores han estado parados sin trabajar las playas desde diciembre hasta el 2 de julio que se incorporaron de nuevo a la actividad. Estos mariscadores han perdido grandes ingresos por las pérdidas de gran parte de la cosecha. "Hemos obtenido una tercera parte de lo que se ganó el año pasado. Antes se sacaban al día ocho kilos de almeja, ahora no llega ni a tres". 

"A principios de año, nos dieron una ayuda que constaba de un único pago, en total 550 euros. Era para costear el seguro de autónomos, no era casi dinero como para compensar las pérdidas", explica Inma. 

Los mariscadores de esta cofradía, al no tener cese de actividad, no han ingresado nada durante seis meses que han estado parados. E igual que ellos, en la misma situación han estado muchos otros profesionales. 

Inma Otero, mariscadora y presidenta OPP20 de la Ría de Arousa.

Inma Otero, mariscadora y presidenta OPP20 de la Ría de Arousa.

Ante una problemática tan grave, este diario ha contactado con la Secretaría del Mar de la Xunta de Galicia para conocer si tienen previsto conceder más ayudas que alivien la carga económica de estos mariscadores de a pie

El Gobierno autonómico es consciente de que la prestación económica por cese no ha llegado a todas las familias y que se debería de proporcionar más asistencia. 

En referencia a las ayudas cofinanciadas por el Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura (Fempa), ha explicado a este medio que "es cierto que el marisqueo a pie se puede beneficiar de esos recursos y por ese motivo, desde la Xunta, se va a publicar próximamente (no han detallado la fecha) la Orden de ayudas de parada temporal para el marisqueo a pie. Pero, hay que recordar que la normativa comunitaria también establece unos requisitos para que las profesionales puedan acogerse a las mismas", han matizado desde la Secretaría. 

Además, han detallado que desde la Xunta se solicitó la declaración de zona catastrófica de los bancos marisqueros al Gobierno central con el objetivo de alcanzar el máximo de recursos posibles para llevar a cabo la reparación de todos los daños en las producciones marinas. Y también, abrir la puerta a ayudas a empresas y trabajadores. "Una medida que no fue aceptada por el Ejecutivo estatal a pesar de ser similar a lo realizado con otras comunidades en situaciones análogas", sentencia el Gobierno autonómico. 

Por el momento, las mariscadoras como Elena e Inma siguen esperando que el Gobierno autonómico les dé una solución eficaz y de manera inmediata. Si no, como sostiene Elena, muchos profesionales abandonarán el marisqueo, como ya está ocurriendo, y acabarán optando por otras profesiones para "intentar sobrevivir" ante la "ineficaz actuación" de las administraciones.