Un resquicio en la reforma de Seguridad Social permite pensiones que superarían la cuantía máxima del sistema
Se trata de un supuesto que no se ha contemplado durante las negociaciones y que se abordará en el texto legal definitivo.
1 agosto, 2024 12:45La nueva reforma de las pensiones incluye entre sus novedades la compatibilidad entre la jubilación demorada y la jubilación activa. Los trabajadores podrán alargar su edad de retiro para incrementar su futura pensión y después pasar a un régimen mixto entre trabajo y jubilación. En ese último estadio, sería posible percibir el salario y, al mismo tiempo, una pensión más alta que la máxima del sistema.
La jubilación demorada, modificada en 2021, permite alargar la edad de retiro y recibir por ello una compensación. La cantidad de la misma es de un 4% extra por cada año que se demora la jubilación que se podrá o consolidar en la futura pensión (hasta el límite que cada año establecen los Presupuestos) o cobrar de una vez (tanto alzado). La nueva reforma permitirá, a partir del segundo año, acumular un 2% semestralmente, para no tener que esperar a cumplir años enteros.
Por su parte, con la jubilación activa los pensionistas pueden compatibilizar la percepción de su pensión con la realización de un trabajo y el cobro por el mismo. Hasta ahora, la demora del retiro y la jubilación activa no eran compatibles. Pero, en aras de incentivar el retraso de la edad de jubilación, Gobierno, sindicatos y patronal han acordado esa compatibilidad.
Una vez estos cambios entren en vigor, un trabajador podrá demorar su edad de retiro y, después, acceder a la jubilación activa. Lo hará cobrando el porcentaje de la pensión que le corresponda según los supuestos, pero sobre una base bonificada por haber retrasado su jubilación.
Según el nuevo modelo de jubilación activa, el cobro de esta prestación parte del 45% del total cuando se accede desde una demora de un año y alcanza el 100% de pensión cuando se accede desde una demora de cinco años. Además, cuenta con mejoras de cuantías acumulativas por el tiempo de compatibilidad de trabajo y pensión, de modo que la cuantía de la pensión se incrementa en el 5% adicional cada año.
Se dan, por lo tanto, dos bonificaciones. Por un lado, la de demorar el retiro y, por otro, la de alargar año a año la jubilación activa. Esto podría permitir el cobro de pensiones que superen la pensión máxima del sistema, este año establecida en 3.175 euros al mes (44.450 euros al año).
"No hemos pensado en ese supuesto, pero conceptualmente podría darse", admite Carlos Bravo, uno de los negociadores por parte de CCOO, al ser preguntado al respecto. No obstante, considera que "seguramente" entraría en juego el tope que sí opera en la jubilación demorada.
Pero, en cualquier caso, "esa situación no está prevista y, por tanto, o se prevé en la norma de forma expresa cuando cerremos el texto final o tendrá que resolverse por un criterio del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS)".
Así, entre las bonificaciones de la jubilación demorada y el 5% adicional cada año de la activa, el texto legal será fundamental para determinar si será posible cobrar o no una pensión que rebase la máxima del sistema.
Desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones señalan que el porcentaje de la pensión compatible con el empleo durante la jubilación activa nunca estará por encima del 100%. "Otra cosa es la pensión que uno tenga reconocida antes. Una persona que ha demorado tiene un porcentaje adicional que puede superar el máximo y esa será la referencia para la compatibilidad", explican.