"Los datos desestacionalizados por nuestra parte y por el Gobierno apunta a que prácticamente estaríamos en un entorno de estancamiento", asegura a EL ESPAÑOL-Invertia Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research. De acuerdo con sus cálculos, el número de cotizantes aumentó en 3.000, 22.000 menos que en junio, y el de parados bajó en 4.000. En cualquier caso, "julio ha sido malo en términos históricos".

De hecho, indica que España ha ido añadiendo cada mes menos empleo en los últimos compases antes del verano. Así, mientras que la Seguridad Social sumó 220.000 trabajadores en mayo, en junio el avance se redujo a los 70.000 para pasar a ese ligero retroceso de julio. Esa dinámica decreciente se lleva repitiendo desde que la reforma laboral entró en vigor.

Sin embargo, Cardoso destaca que esa "incertidumbre" en el análisis del mercado de trabajo viene de que ya en los últimos años, desde 2022, los datos de julio han sido "particularmente malos". Ese año se perdieron más de 7.000 empleos en el séptimo mes de año, mientras que en 2023 la afiliación a la Seguridad Social sólo creció en cerca de 22.000 personas.

El propio Borja Suárez, secretario de Estado de Seguridad Social, ha reconocido que la pérdida de cotizantes en julio es "un poco decepcionante". No obstante, considera que la dinámica del empleo sigue siendo positiva.

Cardoso, por su parte, apunta que la desaceleración, en cualquier caso, "se da en un contexto en el que los patrones de contratación han cambiado".

"Hay señales de que las empresas están adelantando contrataciones hacia el primer trimestre, incluso a abril y mayo, y que no están contratando tanto en los meses de verano", explica el economista jefe de BBVA Research.

Es una visión parecida a la que se defiende desde el Ejecutivo. Según Suárez, si se amplía el foco y se analizan los tres últimos meses en su conjunto, "el resultado es mejor que el del año pasado y lo que sí se apunta es una anticipación de la contratación en sectores relevantes como la hostelería".

Según Cardoso, la anticipación puede deberse a diversos factores. Entre ellos, la desestacionalización del turismo, la reforma laboral y la falta de mano de obra, que hace que las empresas decidan retener a los trabajadores.

Primer semestre

"En suma, julio parece un mes malo, pero viene en una tendencia de desaceleración del crecimiento", indica el economista del BBVA Research. No obstante, indica, "si tomamos los datos agregados de enero a julio, la evolución es relativamente buena."

De hecho, la cantidad de empleo creada en el primer trimestre "hace natural" una cierta desaceleración. En especial, si la eurozona no empieza a destacar y a crecer con algo más de pujanza, lo que aumentaría la demanda externa. "Por el momento sí se observa cierto agotamiento, pero va a ser clave la evolución que veamos en agosto y, sobre todo, septiembre", sentencia Cardoso.

Alerta de la patronal

Ante los datos de julio, la CEOE ha exigido al Ministerio de Trabajo que detenga los "continuos anuncios" de cambios normativos para frenar la desaceleración del empleo. Según la patronal, estos cambios generan incertidumbre y aumentan los costes empresariales, afectando negativamente la confianza y la capacidad de adaptación de las empresas.

La organización empresarial sostiene que factores como ese aumento de costes y la incertidumbre regulatoria están afectando a la creación de empleo, pese a la temporada estival. No obstante, la patronal resalta el papel del sector privado en la creación de empleo, especialmente en empresas grandes, que compensan la caída en microempresas.