El trabajo ya no garantiza una vida digna: el 13,7% de la población ocupada vive en situación de pobreza
- Casi el 39% de las familias con tres o más hijos no tiene suficientes ingresos como para cubrir todas sus necesidades.
- Más información: España es uno de los países de la Unión Europea en los que más crece la población 'pobre', según Eurostat
La recuperación económica en España no ha conseguido mejorar las condiciones de vida de todos los trabajadores. A pesar del boom del empleo y la reducción de la tasa de paro, el 13,7% de la población ocupada vive en situación de pobreza. Además, el drama afecta con especial intensidad a los hogares con menores a cargo, de acuerdo con un reciente informe de Oxfam Intermón.
La pobreza laboral se define como la situación en la que una persona con empleo no alcanza los ingresos suficientes para superar el umbral de pobreza. Este umbral, para un hogar de una sola persona en España, se situó en 10.989,5 euros anuales en 2022, según la Encuesta de Condiciones de Vida del INE.
El informe de Oxfam destaca que la pobreza laboral tiene una mayor incidencia en hogares con menores. El 39% de las familias formadas por dos adultos y tres o más hijos se encuentran en situación de pobreza, a pesar de que al menos uno de los adultos trabaja. La carga económica de mantener a los hijos agrava la precariedad.
Además, los hogares monoparentales, especialmente aquellos encabezados por mujeres, son otro grupo vulnerable. Casi el 30% de estas familias no logra salir del umbral de la pobreza, lo que pone de relieve la necesidad de políticas públicas que mejoren la conciliación y los apoyos económicos a las familias con hijos.
Una de las principales razones detrás de la pobreza laboral es la calidad del empleo en España. Aunque la tasa de paro ha descendido a niveles históricos, los trabajos precarios, temporales y con jornadas parciales no deseadas siguen siendo frecuentes. Estas condiciones dificultan la obtención de ingresos suficientes para vivir dignamente.
El informe también muestra que el trabajo autónomo es otro factor que incrementa la pobreza laboral. Los autónomos presentan una tasa de pobreza del 27%, casi el triple que los trabajadores asalariados. Muchos enfrentan la precariedad laboral derivada de la falta de estabilidad y los bajos ingresos, especialmente en sectores con alta competencia.
El coste de la vivienda es otro factor determinante. Los hogares en situación de pobreza laboral destinan entre el 67% y el 79% de sus ingresos al alquiler o hipoteca y suministros. Esto significa que más de dos tercios de sus ingresos mensuales se destinan sólo a cubrir los gastos básicos del hogar.
La falta de acceso a una vivienda asequible agrava la situación. En el último año, el 13,4% de los hogares en pobreza laboral han tenido que cambiar de residencia por motivos económicos, lo que genera inestabilidad y afecta al bienestar de las familias, especialmente de los niños.
El informe destaca, además, que el origen de las personas es un factor que incide en la pobreza laboral. Las personas migrantes, sobre todo aquellas provenientes de fuera de la Unión Europea, presentan tasas de pobreza mucho más altas. El 29,5% de los trabajadores nacidos fuera de la UE viven en pobreza laboral, frente al 9,8% de los nacidos en España.
El nivel educativo es otro factor relevante. La pobreza laboral afecta al 20,7% de las personas con estudios primarios, pero sólo al 5,5% de aquellos con formación universitaria. La falta de cualificación limita las oportunidades laborales y suele llevar a empleos peor remunerados y con peores condiciones.
Las regiones de España no son inmunes a estas disparidades. Comunidades como Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha presentan las tasas más altas de pobreza laboral, superando el 15%. En contraste, Navarra y el País Vasco registran las tasas más bajas, con menos del 7%.
Para combatir la pobreza laboral, el informe sugiere reformas en el mercado de trabajo y políticas de protección social. Es necesario mejorar la calidad del empleo, reducir la parcialidad no deseada y garantizar condiciones laborales dignas. También se requieren medidas específicas para apoyar a los trabajadores autónomos.
A nivel educativo, es esencial fomentar el acceso a la formación continua y la cualificación. Las políticas activas de empleo deben adaptarse a las necesidades del mercado y ofrecer oportunidades reales de mejora para los trabajadores, especialmente aquellos en situación de mayor vulnerabilidad.
En cuanto a la vivienda, es urgente adoptar políticas que faciliten el acceso a alquileres asequibles y protejan a las familias de los aumentos desproporcionados en los precios. El acceso a una vivienda digna no debe ser un privilegio, sino un derecho básico para todos.
El informe concluye que la lucha contra la pobreza laboral no puede centrarse únicamente en la creación de empleo. Es necesario un enfoque integral que contemple mejoras en las condiciones laborales, un sistema de protección social robusto y políticas específicas para los colectivos más afectados.
Y es que, sentencia Oxfam, aunque el empleo es un factor crucial, no garantiza por sí solo una vida digna.