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Si estás pensando en comprar una vivienda próximamente, esto que vas a leer seguramente te va a interesar. Y es que seguramente no sepas que existen cuatro documentos que te van a facilitar mucho la vida en caso de que adquieras una casa.

El primero de ellos es la nota simple del registro de la propiedad. Se trata de un documento oficial que proporciona información detallada sobre una propiedad específica, e incluye datos clave como la descripción de la propiedad, el titular o propietarios actuales, la existencia de cargas o gravámenes o cualquier limitación legal sobre el bien.

Aunque no tiene valor legal probatorio, es muy útil para quienes desean conocer el estado jurídico de un inmueble antes de realizar operaciones como compraventas o hipotecas, ayudando a asegurar transacciones informadas y seguras.

El segundo documento imprescindible es la cédula de habitabilidad. Hablamos de un documento oficial que certifica que una vivienda cumple con los requisitos básicos para ser habitable, según las normas de seguridad, salubridad y solidez establecidas por las autoridades.

Este documento garantiza que la vivienda dispone de instalaciones adecuadas de agua, electricidad, ventilación, y demás condiciones mínimas para que pueda ser habitada, y es indispensable para realizar diversas gestiones, como dar de alta los suministros de agua y electricidad, vender o alquilar la vivienda. 

Pasamos así al tercer documento que tienes que controlar. Nos referimos al último recibo del IBI (impuesto sobre bienes inmuebles). Se trata del comprobante de pago anual de un impuesto municipal que todos los propietarios de bienes inmuebles deben abonar. Este impuesto se calcula en función del valor catastral de la propiedad y varía según la localidad.

Es importante revisar el recibo del IBI antes de comprar una vivienda porque confirma que el propietario actual está al día con sus obligaciones fiscales. Además, el comprador podrá conocer el importe anual de este impuesto y asegurarse de que no existen deudas pendientes, ya que éstas podrían recaer sobre el nuevo propietario tras la compraventa.

La importancia de las reuniones de la comunidad

Y por último, quizá el que más te sorprenda de todos. Sí, las actas de las reuniones de la comunidad. En estos documentos se recogen los acuerdos y decisiones tomadas durante las asambleas de propietarios en un edificio o complejo residencial.

Estas actas incluyen información sobre los temas discutidos, votaciones realizadas, y las decisiones aprobadas, así como los asistentes y, en ocasiones, las intervenciones de los propietarios.

Es fundamental revisar las actas de las reuniones de la comunidad antes de comprar una vivienda, ya que proporcionan información valiosa sobre la gestión del edificio, posibles conflictos entre vecinos, y decisiones relevantes que pueden afectar al nuevo propietario, como obras pendientes o cambios en las normas de convivencia.