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Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, tiene ante sí una agenda intensa de aquí a fin de año. Entre los temas que tiene sobre la mesa, pendientes de aprobar, la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales y la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Respecto a la reducción de la jornada laboral, Díaz ha comenzado el trámite legislativo que espera concluya lo más brevemente posible. Eso sí, sin el visto bueno de la patronal (que tampoco lo necesita). Para que salga adelante, eso sí, necesita una mayoría en el Congreso de los Diputados que, de momento, no tiene.

Respecto a la subida del SMI, el camino parece más allanado. Y la vicepresidenta segunda tiene claro cuál debe ser: debería subir por encima del 3,8%. Su objetivo es que nadie “pierda poder adquisitivo”.

Los números de Yolanda Díaz con el SMI

La ministra de Trabajo y Economía Social ya ha encargado a la comisión de expertos los trabajados para llevar a cabo la subida. De hecho, ha pedido que la revalorización de ese primer sueldo impida la pérdida de poder adquisitivo de sus perceptores y que se mantenga en el 60% del salario medio. Para Díaz, la subida debe superar el 3,8%.

Y así lo plantea porque, según las estimaciones de inflación, los precios se incrementarán de media alrededor del 3%, que sería la barrera para no perder poder adquisitivo.

Por su parte, los salarios pactados en convenio este año ya suben un 3,82%, el umbral para mantener el SMI en el 60% de la media salarial.

Otro dato a tener en cuenta es aquel que hace referencia a la subida salarial media pactada en convenio. El mismo incluye los firmados en años anteriores. En este punto, dicha subida se limita al 3,06%.

Otro aspecto que la vicepresidenta ha trasladado a la comisión tiene que ver con el Estatuto de los Trabajadores. Entre sus pretensiones, modificar el artículo 27. De llevarlo a cabo, la consecuencia sería que el SMI siempre sería el 60% del salario neto medio en España.

De esta manera, y según sus propias palabras, el SMI no quedaría “en manos de los Gobiernos”. Por tanto, no sería “algo discrecional, sino parte de la legislación laboral”.

¿Cuál sería el SMI en 2025 y cuándo entraría en vigor?

Con todos estos datos, y aplicando el 3,8% mínimo que podría subir el SMI, este pasaría de los 1.134 euros brutos mensuales, repartidos en 14 pagas, a los 1.166 euros. Por tanto, 32 euros más al mes. La subida afectaría a 2,5 millones de personas.

Ahora la ‘patata caliente’ está en manos del comité de expertos. Y es posible que sus deliberaciones se alarguen a lo largo de diciembre, no desechando incluso que lleguen al mes de enero de 2025.

Eso sí, la ministra y vicepresidenta ha solicitado a dicho comité que, durante diciembre, tenga una cifra sobre la mesa para poder convocar de nuevos a los agentes sociales (patronal y sindicatos) a una nueva mesa de diálogo.

Sea cual sea la cifra definitiva, que se espera aprobar ya en 2025 (la subida de este año se acabó aprobando en febrero), aquellas personas que cobran el SMI tienen que tener una cosa muy clara: se aplicará de manera retroactiva en sus nóminas desde el mes de enero.