El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) sigue trabajando para tratar de mejorar la situación de los ciudadanos, razón por la que está trabajando en el que será uno de los mayores avances de los últimos años. Esta consiste en permitir la compatibilización de la prestación contributiva por desempleo con su sueldo.
En el Real Decreto 2/2024 se incluye esta medida que hace no mucho tiempo parecía totalmente inimaginable que se pudiese poner en práctica. Con ella, los trabajadores que ganen menos de 1.350 euros, podrían cobrar el paro y su sueldo al mismo tiempo, aunque como es habitual en este tipo de casos, se deberá cumplir con una serie de requisitos para poder acceder a ella.
Esta prestación contributiva podrá compatibilizarse tanto por quienes trabajan a jornada completa como si lo hacen de forma parcial. A pesar de que la mayoría de las medidas entran en vigor el 1 de noviembre, en este caso, habrá que esperar al próximo año 2025, que será el momento en el que se comenzará a aplicar.
Según ha informado el Ministerio de Trabajo y Economía Social, una vez que se haya cumplido el cobro de un año de la prestación de desempleo, se podrá compatibilizar con un trabajo, siempre y cuando el sueldo no exceda de los mencionados 1.350 euros, durante un tiempo total de 6 meses (180 días). Asimismo, en la norma se recoge que las rentas del trabajo no pueden superar el 225% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) actual.
Cómo compatibilizar sueldo y paro
Para poder compatibilizar el cobro de la prestación por desempleo (paro) y el salario se deberá cumplir con dos requisitos fundamentales, siendo el primero de ellos es que solo será una posibilidad cuando el salario no supere los 18.900 euros anuales, y el segundo, que se lleve cobrando la prestación durante al menos un año.
El cobro de esta ayuda mientras se trabaja tendrá la consideración de complemento de apoyo al empleo, siendo un incentivo cuya cuantía irá decreciendo a medida que pase el tiempo, en función del tipo de jornada laboral que tenga el beneficiario.
En un principio, la cuantía a percibir es el 80% del IPREM en el caso de los trabajos a jornada completa, lo que supondrá unos ingresos de 480 euros mensuales. Sin embargo, esta se puede rebajar al 60% y al 50% en el caso de que la jornada laboral sea inferior.
En la norma se establece que hay un convenio de colaboración firmado por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y el Organismo de Inspección de Trabajo y Seguridad Social para mantener la vigilancia sobre el cobro de este complemento, realizando así actuaciones de inspección para el control de fraude.
¿Cuál es el objetivo de esta medida?
Según lo mencionado, a partir de 2025 los trabajadores que cumplan con los citados requisitos podrán recibir el paro mientras se encuentran empleados, siempre que su salario no supere los 1.350 euros mensuales.
Esta es una medida que beneficiará a todos los trabajadores, sin distinciones entre quienes desempeñen su actividad laboral a jornada completa o parcial, aunque hay que recordar que solo será posible la compatibilidad entre ambos durante un máximo de seis meses.
Una vez pasado ese tiempo o la situación económica que cause su cese, que se considera suficiente para que el trabajador pueda consolidarse en su puesto laboral, se dejaría de percibir dicha ayuda y pasaría a percibir tan solo el salario que tenga estipulado por el desempeño de su actividad profesional.
El objetivo de esta medida no es otro que el de tratar de apoyar la reincorporación al mercado laboral, sin que los trabajadores pierdan de forma automática el derecho a percibir la prestación contributiva por desempleo. Este completo facilitará la transición laboral, de manera que permitirá que quienes puedan acceder a un puesto de trabajo con un sueldo bajo, puedan seguir cobrando una parte del paro mientras logran consolidar su nueva posición laboral.
Se trata, por lo tanto, de una buena noticia para aquellos desempleados que cumplan con los requisitos, dado que de esta manera podrán dar un paso adelante para comenzar un nuevo empleo sin el temor habitual a que los ingresos personales y/o familiares se vean seriamente afectados. Esta medida también está llamada a favorecer la inserción laboral y reducir las tasas de desempleo, además de poder contribuir a que las familias puedan disfrutar de una mayor estabilidad financiera, principalmente en los casos con mayor vulnerabilidad.
Control del fraude y futuras reformas
El SEPE buscará evitar que se puedan dar posibles fraudes, motivo por el cual se implementarán distintos mecanismos de vigilancia a través de inspecciones, con las que garantizar que se cumplen los requisitos establecidos, además de verificar que no se lleguen a superar los límites salariales permitidos para continuar con el cobro del paro.
Además, en la normativa también se reflejan una serie de cambios previstos a partir del año 2026, cuando se implementará un nuevo límite de compatibilidad que permitirá a los trabajadores recibir tanto su salario como la prestación en los casos en los que sus ingresos no superen el 375 del IPREM. De esta forma, nos encontraremos ante un límite que ofrecerá una mayor flexibilidad que en la actualidad, ofreciendo una mayor cobertura a todos aquellos que se encuentren en situaciones laborales precarias.