Las proyecciones de la economía española para el periodo 2016-2018 que publica este martes el Banco de España contemplan una prolongación de la fase expansiva del PIB a lo largo de este trienio, aunque a un ritmo "gradualmente decreciente" en comparación con el observado en 2015.
Según la autoridad monetaria, el avance de la economía seguirá apoyándose en la corrección de los desequilibrios de la economía, en particular en la mejora de las condiciones competitivas y en la disminución del grado de deuda de empresas y familias, así como en la persistencia de condiciones favorables para la financiación de los agentes, alentadas a su vez, por la orientación expansiva de la política monetaria.
Sin embargo, se producirá una desaceleración por la pérdida de fuerza de algunos elementos que, con carácter transitorio, han impulsado la actividad en la etapa más reciente, como la bajada de precio del petróleo, la depreciación del euro o algunos estímulos presupuestarios, lo que se compensaría parcialmente, en el medio plazo, con una recuperación paulatina de los mercados de exportación.
DÉFICIT
El Banco de España calcula que el déficit público se situará por debajo del umbral del 3 % del PIB en 2018, un año más tarde de lo que exige Bruselas, al tiempo que ha mejorado su previsión para 2016, al reducirla del 4.4 % al 4.1 % del PIB, por encima del 3.7 % exigido por la Comisión Europea.
En las proyecciones macroeconómicas para el periodo 2016-2018, publicadas hoy por el Banco de España, la entidad explica que las diferencias con respecto a los objetivos oficiales se deben fundamentalmente a que recogen incrementos más moderados de los ingresos públicos y del PIB nominal.