Las empresas tuvieron que pagar en octubre casi 13.500 millones del Impuesto de Sociedades debido a la subida del pago mínimo fraccionado que aprobó el Gobierno para cumplir con el objetivo de déficit marcado por Bruselas. Esto significa que las empresas han tenido que hacer frente a una factura que es 4.400 millones superior a la que tuvieron que pagar en octubre del año anterior, según los datos publicados por la Agencia Tributaria. En concreto, el Ministerio de Hacienda recuperó el pago mínimo hasta el 23% después de haberlo quitado al inicio del año, lo que provocó que los ingresos con este impuesto se hundieran.
Esta fue la solución principal del Ejecutivo para frenar el avance del déficit. En los diez primeros meses del año las compañías han abonado 19.000 millones en concepto de Impuesto de Sociedades, 2.000 millones más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Con esta medida de urgencia, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha conseguido corregir un desfase que se estaba descontrolando.
La Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) reconoce que los ingresos totales procedentes de los impuestos han aumentado un 18,5% debido "principalmente al incremento extraordinario del segundo pago fraccionado del Impuesto sobre Sociedades".
Al cierre de octubre la Administración Central tiene un desfase en sus cuentas públicas de casi 21.700 millones de euros (en términos de Contabilidad Nacional), en torno a 260 millones de euros inferior al que había hace justo un año. En porcentaje del PIB, este déficit supone un desfase del 1,94%, por debajo del 2,04% que había hace justo un año. Pero, lo que es más importante, ha conseguido frenar el crecimiento del déficit de este año que en septiembre estaba en el 2,55% del PIB y que al cierre de octubre era 0,61 puntos inferior.
El crecimiento de la recaudación impositiva también se asienta sobre el buen comportamiento del IVA, que va camino de vivir otro año histórico, debido al crecimiento del consumo interno. Hasta octubre, la recaudación de este tributo en el conjunto del Estado superaba los 56.100 millones de euros, casi 2.500 millones de euros más que en el ejercicio anterior. En cuanto al IRPF, en octubre mejoró su recaudación en casi 400 millones de euros, un 4,9% más, lo que deja los ingresos de este tributo en los diez primeros meses del año en 61.800 millones de euros, solo un 0,3% menos que en el ejercicio precedente.
Las comunidades cumplen
Así como Montoro ha tenido que tomar la medida de urgencia de subir el pago mínimo en el Impuesto de Sociedades para frenar el déficit de la Administración Central, las comunidades autónomas sí están haciendo los deberes este año. La Agencia Tributaria también ha publicado sus datos de ejecución presupuestaria, aunque en su caso es hasta septiembre.
El resultado de los ingresos y gastos en los tres primeros trimestres del año deja un déficit de solo el 0,19% del PIB, esto es, unos 2.100 millones de euros. Una cifra que refleja el esfuerzo de las autonomías de contener el incremento del gasto y también la financiación extraordinaria que han recibido este ejercicio por la liquidación definitiva del año 2014.
El conjunto de las comunidades autónomas han reducido su déficit en algo más de 9.000 millones de euros con respecto al mismo periodo del año anterior. Cifras que dejan a las regiones en una buena situación de cara al final del año. Sin embargo, las cifras no son homogéneas entre todas ellas y mientras unas están en superávit, otras apenas han conseguido atajar el déficit.
Por ejemplo, Baleares, Canarias y el País Vasco lucen un notable superávit, en parte provocado por que su financiación por habitante es superior a la de otras autonomías (de hecho, el País Vasco y Navarra no están en el Régimen Común). Sus cuentas públicas hasta septiembre arrojan un saldo favorable de 201, 343 y 262 millones de euros respectivamente.
Sin embargo, en otras regiones el déficit sigue siendo abultado. En Castilla-La Mancha, las cuentas públicas presentan un desfase de 208 millones de euros, un 0,53% del PIB, frente al 0,84% que tenían hace justo un año. Dos de las comunidades más deficitarias en 2015, Andalucía y Valencia, han hecho un gran esfuerzo para ajustar su situación este año, corrigiendo su desfase del 1,18% al 0,2% del PIB en el caso de Andalucía y del 1,54% al 0,45% en el caso de la Comunidad Valenciana.