La Agencia Tributaria estrecha el cerco sobre el fraude en los pisos de alquiler que no contribuyen al erario público. En los últimos años ha desarrollado herramientas tecnológicas de ‘big data’ que permiten recopilar anuncios de pisos en los diferentes portales web e incorporarlos a su base de datos. De este modo, Hacienda conoce la existencia de estos ingresos y vigila de cerca a los propietarios para que lo declaren.
En el año 2016 enviaron 21.500 notificaciones a los propietarios de pisos en alquiler en las que les advertían del conocimiento de estas rentas. La notificación se realiza a través del borrador de la Declaración de la Renta, con el objetivo de que, voluntariamente, los propietarios del inmueble especifiquen sus ingresos.
El alquiler de vivienda ha sido tradicionalmente un sector de economía sumergida, pero esto se ha incrementado con el ‘boom’ de la economía colaborativa. Plataformas como Airbnb han impulsado el alquiler turístico y la Agencia Tributaria quiere recaudar lo que le corresponde. “Los que alquilan su vivienda a través de la web y no declaran, deben saber que estamos al tanto”, explican fuentes de la Agencia, “la red siempre deja huella”.
El aviso para que realicen la declaración se realiza durante el año en el que está vigente el plazo voluntario para informar a Hacienda de este ingreso. Una vez se pasa este plazo, la Agencia Tributaria utiliza esta información para ver si realmente se ha declarado y, de lo contrario, empiezan las inspecciones. Hacienda realizó 8.150 inspecciones a alquileres en 2016, lo que supone un incremento del 46% respecto al ejercicio anterior.
Esto significa que uno de cada tres registros que realizó la Agencia Tributaria en 2016 se realizó a pisos de alquiler. Y asegura que irá en aumento. La AEAT quiere acabar con este foco de economía sumergida. Pretende estrechar el cerco hasta que los caseros comprendan que es mejor declararlo que sufrir una sanción.