El Gobierno ha presentado esta mañana en el Congreso de los Diputados el Proyecto de los Presupuestos Generales del Estado para 2017 con el objetivo de aprobarlo antes del mes de julio. El Presupuesto incluye un préstamo de 10.192 millones de euros de la Administración Central hacia la Seguridad Social (financiada por el Tesoro Público) para evitar vaciar este ejercicio el Fondo de Reserva, conocido popularmente como la hucha de las pensiones.
En 2016 el Ejecutivo retiró 20.100 millones de euros, la mayor cuantía de la historia, hasta dejar el Fondo de Reserva en 15.020 millones de euros. Esta cantidad no daría para cubrir el pago de las pensiones de este ejercicio, por lo que el Gobierno ha decido no agotar la hucha este año y financiar una parte del déficit con un préstamo de la Administración Central. "Queremos que el Fondo de Reserva conserve una cantidad", ha explicado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
Los ingresos por cotizaciones previstos en el Proyecto de Presupuestos ascienden a 110.560 millones de euros, lo que supone un incremento respecto a la ejecución presupuestaria de 2016, un 7% más que en el ejercicio precedente. Sin embargo, esta cuantía es un 5,7% menos de la que presupuestó el Gobierno en 2016, lo que refleja que las cifras de ese momento estaban hinchadas.
Por su parte, el gasto total en pensiones alcanzará los 139.000 millones, un 4,4% más que en el ejercicio precedente. La mayor parte serán pensiones contributivas, a las que la Seguridad Social destinará 123.000 millones de euros.
En total, el gasto social supera el 56% del Presupuesto del Estado. Si se incluye el 14% del Presupuesto que se destina a transferencias a otras administraciones públicas y que se destina en su mayor parte a financiar gasto social (en especial Educación y Sanidad), el total del gasto social asciende al 70% del Presupuesto.
La caída del paro ahorra 2.300 millones
La caída del paro se convierte este año en el principal alivio para el capítulo de gastos de los Presupuestos, ya que la carga de los intereses ha dejado de caer debido a que los tipos en los plazos más largos han vuelto a subir. Las transferencias al Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE) se reducen en 2.298 millones de euros respecto al ejercicio precedente. De este modo, la partida destinada a transferencias al SPEE cae un 58,6% y se queda en 1.623 millones de euros.
El gasto total previsto en desempleo se sitúa en 18.300 millones de euros, un 6,6% menos de lo presupuestado en el ejercicio anterior.
También se reduce la cuantía de las pensiones no contributivas, que se financian con cargo a los Presupuestos y no a cotizaciones. En total, el Estado destinará 7.180 millones de euros, lo que supone un descenso del 3,1% respecto al ejercicio anterior.
Una pequeña parte de este ahorro se destina a incrementar la partida de fomento del empleo, que sube en casi 300 millones de euros, un 5,5% más que en el ejercicio anterior. Estas políticas de empleo alcanzarán los 5.500 millones de euros.
El incremento de la afiliación también conlleva un importante incremento de los subsidios por incapacidad temporal que concede la Seguridad Social a través de las Entidades Gestoras o de las Mutuas. El crédito destinado a esta partida se incrementa en un 29,4% respecto al mismo periodo del año anterior,hasta alcanzar los 7.000 millones de euros.
400 millones menos de gasto en personal
El Gobierno realiza una importante reducción del capítulo 1 de gastos de personal. En total, la partida destinada a retribuir a los trabajadores públicos se sitúa cerca de los 16.400 millones de euros, un 2,6% menos que lo presupuestado para 2016. Sin embargo, en el último ejercicio no se gastó toda la cuantía destinada a los empleados públicos, sino que se quedaron casi 600 millones sin utilizar.
Así, si se tiene en cuenta sólo la ejecución presupuestaria, el gasto de personal se incrementa en algo más de 150 millones de euros debido a la subida del 1% del salario pactada con los sindicatos la semana pasada.