La agencia de calificación crediticia Moody's ha decidido elevar un escalón la nota de solvencia de la deuda soberana a largo plazo de España, que sube así hasta 'Baa1', desde 'Baa2', según ha informado la calificadora de riesgos, que asigna una perspectiva estable al rating español.
En su comunicado, la agencia ha detallado que el perfil crediticio de España ha registrado "mejoras" recientemente, en particular "una mejora de la resiliencia económica debido a un cada vez más equilibrado perfil de crecimiento" y "una mejora de los fundamentos del sector bancario, que ahora tienen mayor peso que los factores políticos e institucionales".
Así, ha señalado que la perspectiva estable "refleja la visión de Moody's de que nuevos cambios en el rating son improbables en el plazo medio debido a que es improbable que el material estructural macroeconómico y las reformas fiscales se materialicen a medio plazo".
Por otra parte, ha elevado los techos a largo plazo de 'Aa2' a 'Aa1' en el caso de los bonos en divisa extranjera y local y en los depósitos bancarios. Los techos a corto plazo siguen sin campos en P-1.
Moody's ha subrayado que "en los últimos años se han registrado mejoras graduales, pero crecientemente sostenibles, del perfil crediticio de España" y ha destacado que "se ha hecho mucho para tratar las debilidades del sector bancario surgidas durante la crisis financiera".
La agencia ha manifestado además que es "cada vez más claro que hay cambios estructurales que han cambiado el modelo de crecimiento a uno más amplio y sostenible que en recuperaciones anteriores", si bien ha puntualizado que "se espera que el crecimiento se desacelere respecto a las actuales tasas por encima del potencial".
"Sin embargo, estas mejoras se han visto contrarrestadas por debilidades institucionales que han amenazado con minar las ganancias de la reforma y la recuperación", ha argumentado, antes de apuntar concretamente a que "el incremento del sentimiento independentista en Cataluña ha incrementado la incertidumbre sobre la efectividad de las instituciones gubernamentales de España".
Moody's ha resaltado que "la crisis política en Cataluña se ha reducido y parece no haber causado un deterioro del comportamiento fiscal y macroeconómico", al tiempo que ha matizado que "si bien se espera que las tensiones políticas (...) sigan siendo elevadas durante el futuro próximo, se parte de la base de que Cataluña seguirá siendo parte de España".
"Si bien la crisis es, en parte, responsable de las dificultades del Gobierno -por segundo año consecutivo- a la hora de aprobar un presupuesto, no consideramos que las dificultades actuales (...) provoquen un cambio drástico y negativo en los próximos años", ha dicho.
Así, ha señalado que "no espera legislación sobre medidas estructurales a nivel fiscal o macroeconómico en los próximos años" y que "el desafío a medio plazo de las autoridades será resistir a las presiones para dar marcha atrás en las reformas puestas en marcha durante la crisis".
"España está muy endeudado y es probable que siga siendo así durante muchos años. Si bien los déficits nominales han descendido y es probable que sigan haciéndolo mientras dure la recuperación cíclica, su posición fiscal estructural está en niveles de 2012", ha puntualizado.
Situación en Cataluña
La agencia ha puntualizado además que "una mayor reducción de las tensiones políticas en torno a Cataluña sería positiva, pero no suficiente para modificar el rating ni la perspectiva", al tiempo que ha recalcado que "si bien es extremadamente improbable en estos momentos, un aumento de la probabilidad de que Cataluña se secesione sería negativo para el rating soberano dado el tamaño y la importancia económica de la región sobre la totalidad de España".
Por ello, la agencia ha explicado que "si bien es probable que las debilidades institucionales sigan siendo un factor limitante durante algún tiempo, las mejoras de los últimos años están suficientemente bien arraigadas para elevar el rating".
"La previsión estable refleja la visión de que, en parte debido al impacto impredecible de las dinámicas institucionales y políticas sobre la política económica y fiscal, las presiones al alza son limitadas".
Aumento de confianza en España
Tras conocerse esta decisión, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha felicitado del aumento de la confianza en la economía española y ha recordado que Moody's es la cuarta agencia de calificación que sube la nota a España, tras Fitch, Standard & Poors y DBRS.
"Gracias a las reformas del Gobierno y al esfuerzo de los españoles, aumenta la confianza en España. Ahora no podemos parar", ha subrayado el presidente del Gobierno en un mensaje publicado en su cuenta personal de Twitter.
Por su parte, el ministro de Economía, Román Escolano, ha puesto en valor que la subida del rating de España por parte de estas cuatro agencias en lo que va de año supone reconocer que "se han producido cambios estructurales importantes" propiciados por las reformas que el Ejecutivo ha llevado a cabo en los últimos años. "Gracias a ello, la economía española presenta un crecimiento más robusto, diversificado y equilibrado", ha resaltado.
Asimismo, ha destacado que todas ellas "han reconocido una menor incertidumbre derivada de la situación política en Cataluña", un "factor de peso", ha recordado, "que llevó a revisar, hasta el 2,7%, nuestra previsión de crecimiento para este año".
"Estas subidas del rating de España se traducen en la mejora de la confianza de los inversores hacia la economía española", ha incidido Escolano, que ha recordado que la prima de riesgo de la deuda del Estado a 10 años "se ha reducido en más de 40 puntos básicos frente a la deuda alemana en lo que va de año, hasta los 70 puntos básicos", unos niveles que no se observaban desde 2010.
La última actualización de Moody's
La última vez que Moody's actualizó el rating de España fue hace cuatro años, en febrero de 2014, cuando elevó la nota desde 'Baa3' hasta 'Baa2' que mantenía hasta ahora, y le asignaba una perspectiva 'positiva', lo que implicaba una mejora de la calificación en el corto plazo. No obstante, en febrero de 2016, la calificadora decidió situar la perspectiva en 'estable' y mantener la nota.
El anuncio de Moody's implica que la deuda soberana a largo plazo de España contará con su nota más alta de los últimos seis años en el caso de esta agencia, después de que en junio de 2011 su calificación bajara del 'A3', que suponía un grado de inversión de calidad buena, hasta 'Baa3', que lo situaba a un escalón del bono basura. Moody's tiene previsto volver a evaluar la nota española el próximo 5 de octubre.
No obstante, la nota de Moody's -en términos equivalentes- se sitúa un escalón por debajo de las calificaciones fijadas por Fitch, que situó el rating de España en 'A-' con perspectiva 'estable', y por Standard & Poors (S&P), que lo colocó en 'A-' con perspectiva 'positiva', mientras que se posiciona dos niveles por debajo de la nota otorgada por DBRS, que la fijó en 'A' con perspectiva 'estable'.
Según la regulación europea en vigor desde 2014, las agencias de calificación están obligadas a publicar un calendario con las fechas previstas para la actualización de las notas de solvencia soberana y la perspectiva de las mismas, donde además se requiere a las entidades que tales fechas sean viernes y que sus anuncios tengan lugar fuera del horario regulado de negociación en los mercados europeos.