Pedro Sánchez tiene una importante tarea en el caso de que logre los apoyos necesarios para ser elegido por las Cortes en las próximas semanas. El informe trimestral del Banco de España publicado este jueves, advierte al Ejecutivo del riesgo de la desviación de los objetivos de deuda pública y de déficit fiscal comprometidos con Bruselas para el año 2019, cuyo incumplimiento podría llevar a la exigencia de efectuar un depósito por importe del 0,2% del PIB.
De esta manera, sugiere “la adopción de las medidas de ajuste necesarias”, si es que esta desviación se produce y pone cifras indicando que "el ajuste estructural anual mínimo exigible a España para 2019 sería del 0,5% del PIB", esto es unos 6.100 millones de euros si se toma como referencia el Producto Interior Bruto del año 2018.
Del mismo modo, el Banco de España recuerda que atendiendo a su nivel de deuda - en el caso de España en el 98,1%- y a su posición cíclica, España debe realizar un ajuste anual, en términos del déficit estructural, de 0,65 puntos porcentuales del PIB en 2019 y 2025. Por otro lado, dicho ajuste estructural debe ser compatible con una tasa de crecimiento del gasto público primario inferior al 0,6% y al 0,9% en 2019 y 2020, respectivamente.
Crecimiento del 0,6% del PIB
En su segundo informe del año, el Banco de España también recuerda que “en contraste con la debilidad relativa del área del euro, la economía española conserva una mayor fortaleza. En el primer trimestre del año, el PIB español creció, según datos provisionales, un 0,7% (tres décimas más que en la Unión Europea Monetaria).
Del mismo modo, indican que la información disponible hasta el momento apunta a que el avance del producto en el segundo trimestre podría haber sido del 0,6% en España (frente a la desaceleración más pronunciada en el área del euro). “La creación de empleo en la economía española parece haberse ralentizado a lo largo del trimestre en mayor medida que la actividad”.
“En particular, las afiliaciones a la Seguridad Social mostraron en mayo una cierta pérdida de empuje. El sostenimiento de la actividad se está apoyando en el mantenimiento del dinamismo de la demanda interna. La continuada mejora de la situación patrimonial de familias y empresas, junto con la persistencia de condiciones financieras holgadas (a pesar de la aparición de algunos indicios de que las entidades podrían estar comenzando a aplicar criterios más estrictos a la concesión de crédito), sigue actuando como elemento de soporte del gasto de los agentes privados”, han recordado.
Moderación del consumo
Es así como indican que a futuro, el ritmo de avance del consumo privado podría experimentar una cierta moderación, a la luz del probable aumento de la propensión de los hogares al ahorro, dado el reducido nivel alcanzado por esta variable, y de la desaceleración del crédito para consumo que ya ha comenzado a observarse. “No obstante, el repunte de los salarios reales tenderá, por el contrario, a actuar como sostén de este componente del gasto”, han indicado.
Por otro lado, en su informe el Banco de España advierte de que las hipotecas se han encarecido desde que las entidades pagan el impuesto. El supervisor ha detectado que los tipos de interés de los nuevos préstamos concedidos han subido en unos 30 puntos básicos hasta un tipo del 2,4%.
“En los últimos meses, el coste de la financiación bancaria ha continuado en niveles reducidos en la mayoría de los segmentos. No obstante, entre septiembre de 2018 y abril de este año (último dato disponible), los tipos de interés medios aplicados a los nuevos préstamos para la compra de vivienda han aumentado en 30 pb".
Se encarecen las hipotecas
Este incremento, que no se ha observado en el resto de los segmentos en España, ni en el de la compra de vivienda en otros países de nuestro entorno, "podría estar relacionado con los cambios legislativos introducidos en los últimos meses en materia de crédito inmobiliario y de compra de vivienda”, ha indicado el organismo en su informe trimestral.
Respecto de la financiación ha indicado que las condiciones financieras para hogares y empresas han continuado siendo holgadas en los últimos meses, “si bien el ciclo de relajación observado en los últimos años podría estar agotándose”. Así, en el primer trimestre de 2019, se advierte un leve endurecimiento de los criterios de aprobación de los préstamos a los hogares (tanto en el segmento de compra de vivienda como en el de consumo y otros fines), mientras que estos habrían permanecido sin cambios para las sociedades no financieras.