Donald Trump no tiene amigos. Un anuncio en Twitter sobre nuevos aranceles a China sobre bienes valorados en 300.000 millones le ha servido para sembrar el caos en el mercado. El mayor impacto de sus palabras se ha sentido en el mercado del crudo Texas (de referencia en Estados Unidos) con una caída del 8% hasta los 53,95 dólares el barril.
También el Brent ha dejado sentir la furia de los inversores con una caída de algo más del 7% hasta los 60,50 dólares. ¿Qué temen? Que la guerra comercial entre la primera potencia del mundo y el principal importador de petróleo del planeta se alargue en el tiempo. Esa situación provocaría una ralentización generalizada y, quien sabe, si una nueva crisis.
La caída del crudo Texas es la mayor que se registra desde febrero del año 2015. En aquel entonces el mercado estaba inundado por la producción de petróleo extraído mediante técnicas de fracking.
Wall Street
También Wall Street se ha visto afectada por las palabras del presidente de Estados Unidos. El Dow Jones se ha dejado un 1,05% hasta los 26.583 enteros; el S&P 500 ha caído casi un uno por ciento en los 2.953 puntos y el Nasdaq se ha dejado un 0,79% en los 2.953.
Unos descensos que se fraguaron tras el anuncio de Trump de imponer un arancel del 10% a nuevos productos, un par de horas antes del cierre del mercado. Esto hizo que la bolsa americana perdiera la ocasión de cerrar una jornada positiva después de que la Reserva Federal decidiera bajar los tipos de interés en un cuarto de punto.
El sector que peor comportamiento ha tenido ha sido el financiero, que se ha dejado un 2,32%; seguido del energético (-2,28%) y el industrial (-1,98%). Estos dos últimos son especialmente sensibles a las tensiones comerciales. De hecho, el Índice Vix de Volatilidad (el índice del miedo) se ha disparado un 9,18% en lo que marca un máximo en dos meses.
También la rentabilidad de los bonos del Tesoro en Estados Unidos han caído. El diez años americano se iba al 1,90% en el que es su nivel más bajo desde el año 2016. Por su parte, un valor refugio como el oro subía hasta los 1.456 dólares la onza.