Alemania agita los mercados por segunda sesión consecutiva al dar síntomas de debilidad económica. Si el martes el mal trago llegaba con el índice Zew de confianza, este miércoles el protagonista es el producto interior bruto (PIB) del segundo trimestre. La economía alemana se contrajo en este periodo un 0,1%, según ha publicado la Oficina Federal de Estadística (Destatis), lo que reaviva los fantasmas de entrada en recesión técnica de cara a próximos cierres trimestrales.
Es la segunda vez, aunque no consecutiva que Alemania registra caídas en el PIB en el último año. Una situación que muestra el impacto en la mayor economía europea de la guerra comercial y los problemas que afronta en el sector del automóvil, uno de los pilares del país.
"El sector exterior frenó la evolución del crecimiento económico, porque las exportaciones retrocedieron más que las importaciones frente al trimestre anterior", explicó Destatis en un comunicado en el que resaltó que la demanda interna, el gasto público y la construcción repuntaron entre abril y junio. Con respecto al mismo trimestre del ejercicio previo, el crecimiento del PIB fue del 0,4%, según Destatis.
El tropiezo del segundo trimestre se ha producido después de que en el primero del año se vivió un respiro con un incremento del 0,4%. No obstante, la vuelta a números negativos devuelve el miedo a la recesión, que Alemania ya rozó en la segunda mitad de 2018, cuando a una contracción del 0,2% en el tercer trimestre siguió un cierre de año plano.
La principal causa de la mala evolución de la economía alemana es la guerra comercial entre EEUU y China, que según ha remarcado el organismo estadístico daña el rendimiento de su potente sector exterior y de su industria manufacturera. En este sentido, la producción industrial cayó en junio un 5,2% en términos interanuales, el mayor descenso en una década, y las exportaciones un 8%, el mayor desplome en tres años, según datos difundidos en los últimos días.
Han contribuido además a esta situación las incertidumbres en torno al Brexit, que se acerca a un desenlace sin acuerdo tras el nombramiento de Boris Johnson como primer ministro británico; y el enfriamiento económico en la eurozona, con especial atención en los problemas políticos en Italia.
Ayer martes, el índice Zew de confianza de los inversores alemanes ha caído en el mes de agosto a su nivel más bajo desde diciembre de 2011. Según el indicador elaborado por el instituto de investigaciones económicas Zew, cuya lectura se ha situado en -44,1 puntos, frente a los -24,5 del mes anterior, muy por debajo de la media histórica de 21,6 puntos.