La agencia de calificación crediticia S&P Global Ratings ha revisado este viernes la nota de España y la ha mejorado desde A- hasta A, con perspectiva estable. Los datos se han impuesto al frenazo económico, a la inestabilidad internacional y al bloqueo institucional que vive nuestro país.
La nota de S&P depende de factores macroeconómicos que van desde la consolidación fiscal y evolución de la deuda soberana hasta las previsiones de crecimiento. Pero la situación política también es vital para lograr un buen ráting.
La revisión al alza de la nota se ha producido después de que la agencia tuviera en cuenta que la economía de España crece por encima de la media europea y mantiene una frecuencia positiva. No le afecta la falta de entendimiento político que ha llevado al país a otra convocatoria de elecciones generales, las cuartas en cuatro años.
En su última revisión de la nota de este país, la principal agencia de rating norteamericana otorgó a España una calificación de notable bajo -que en argot financiero es una 'A-' con perspectiva positiva, es decir, con el objetivo de elevarla en la revisión que tocaba este viernes como efectivamente se ha producido.
España tiene que encarar determinados retos económicos, entre ellos, afrontar una nueva recesión. Los inversores pedían tener un Ejecutivo sólido capaz de adoptar las medidas suficientes para evitar las consecuencias de este proceso. S&P considera que, por ahora, y con una perspectiva favorable, esta situación no hipoteca el futuro económico del país.
"S&P recalca el avance en la consolidación fiscal, lo que permitirá que el déficit se sitúe en 2019 en el entorno del 2%, el más bajo desde 2007. Asimismo, pone de manifiesto que el crecimiento económico más equilibrado y la mejora de la posición fiscal están permitiendo una reducción más firme de la ratio deuda/PIB", ha confirmado los datos el Gobierno.
El ratio seguirá reduciéndose
Por su parte, DBRS ha reafirmado el rating de España en A, mejorando la perspectiva de estable a positiva.
La calificación de la agencia canadiense se basa en la fortaleza y diversificación de la economía española, que cuenta con un sector exterior competitivo y una mejora sostenida de las finanzas públicas. Todo ello está permitiendo mantener un sólido crecimiento, con un modelo más equilibrado. DBRS señala que los principales riesgos para la economía española son externos, entre ellos, el Brexit, el proteccionismo, la desaceleración europea o la subida del petróleo.
DBRS considera que la ratio deuda/PIB seguirá reduciéndose en los próximos años gracias a los superávits primarios, los bajos tipos de interés y el crecimiento económico. Resalta la labor realizada por el Tesoro para diversificar la base inversora y extender la vida media de la cartera, lo que junto con la política monetaria reducen las vulnerabilidades de la deuda pública española.
Finalmente, subraya el fortalecimiento del sector financiero, en términos de reducción de activos problemáticos, mayor capitalización de las entidades y mantenimiento de la rentabilidad.