El recibo medio de electricidad ha recuperado la tendencia bajista en este mes de febrero, después del repunte registrado en enero, y se ha abaratado un 4,6% con respecto al pasado primer mes del año, según datos recogidos por Europa Press a partir del simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
En concreto, la factura media para un consumidor doméstico asciende a 54,27 euros hasta este 28 de febrero, frente a los 56,91 euros del primer mes del año.
De este importe, 13,36 euros corresponden al término fijo, 29,31 euros al consumo, 2,18 euros al impuesto de electricidad y 9,42 euros al IVA. Para hacer un cálculo correlativo se han tenido en cuenta los 28 primeros días de ambos meses.
Este recibo de la luz corresponde a un consumidor medio con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y una demanda anual de 3.900 kilovatios hora (kWh), propia de una familia con dos hijos.
De esta manera, la factura de la luz recupera la espiral bajista con la que había despedido el año pasado, después de haberse abaratado mes a mes desde octubre y que solo se vio cortada en enero (+5%).
Un 13,6% más barato que en 2018
Con respecto a febrero del año pasado, el recibo de la luz es un 13,6% más barato, frente a los 62,8 euros en que se situó en el segundo mes de 2019.
Este descenso en el recibo de la luz se debe, principalmente, a la caída de más del 10% en el precio de la electricidad en el mercado mayorista registrado en febrero.
En concreto, el precio medio del 'pool' en este segundo mes del año fue de 36 euros por megavatio hora (MWh), un 33,3% más barato que hace un año (54,01 euros/MWh).
Según los analistas de Grupo ASE este descenso ha estado motivado por la caída de la demanda eléctrica y el desmoronamiento del gas, a los que se ha unido este mes "un crecimiento de las importaciones de electricidad y de la generación renovable, lo que presiona el precio a la baja por el lado de la oferta".
Además, estiman que el comportamiento de los mercados de futuros eléctricos, que anticipan fuertes bajadas para primavera y verano, "apunta al mantenimiento de esta tendencia".
El precio mayorista de la electricidad tiene un peso cercano al 35% sobre el recibo final, mientras que alrededor del 40% corresponde a los peajes y cerca del 25% restante, al IVA y al Impuesto de Electricidad. El mercado mayorista funciona de forma marginalista, de modo que las tecnologías entran por orden de coste y la última de ellas en participar, la más cara, marca el precio para el conjunto.
El Gobierno mantiene prorrogados para este 2020 los peajes y cargos eléctricos con los que los consumidores sufragan los costes regulados, a espera de que esté completada la nueva metodología que deben llevar a cabo entre el propio Ejecutivo (los cargos) y la CNMC (peajes).