Arabia Saudí ha comenzado este fin de semana a aplicar fuertes descuentos en los precios de su producción de petróleo. El temor a una guerra de precios entre los fabricantes de crudo ha disparado las alarmas. El crudo se hunde un 30%, su peor caída desde la Guerra del Golfo en 1991, hasta dejar el Brent en el entorno de los 30 dólares el barril.
Tras la ruptura de las negociaciones de la denominada OPEP+ para recortar 1,5 millones de barriles en la producción, Arabia Saudí ha comenzado a hacer la guerra por su cuenta.
¿Qué ha hecho? Según Reuters habría comenzado a ofrecer severos descuentos a sus clientes para atraer a los grandes consumidores a sus refinerías. De este modo, presiona a Rusia que se negaba el pasado viernes a aceptar recortar la producción para elevar los precios.
La intención de recortar 1,5 millones de barriles diarios a partir del próximo mes era la de evitar un desplome de precios como consecuencia de la caída de la demanda por el coronavirus.
Según Reuters ahora Arabia Saudí quiere también incrementar su producción hasta los 10 millones de barriles diarios. Podría, incluso, aumentarla hasta los 12 millones si lo considera necesario, que es el tope de su capacidad de producción.
En las últimas horas Goldman Sachs ha revisado el precio del barril de crudo hasta situarlo en la zona de los 30 dólares. Citaba como motivo la guerra de precios, pero también el impacto del coronavirus.
Con este movimiento Arabia Saudí mete presión a Rusia, pero también a los productores de esquisto en Estados Unidos, que no pueden hacer competencia a unos precios tan bajos en el precio de producción del crudo.