El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dado a conocer su último informe anual sobre la economía española. A pesar de que a las autoridades monetarias no han podido calcular el impacto de la crisis de salud pública provocada por la expansión del coronavirus Covid-19 en el PIB, sí muestran desvelan inquietud e incertidumbre por este fenómeno y llaman a que no se frene la inversión en sanidad pese al coste que suponga.
A pesar de que en 2019 la economía española siguió creciendo con mayor rapidez que el conjunto de la Eurozona y que en el análisis se mantiene la previsión de que el PIB crecerá un 1,6% en 2020, “las perspectivas son ahora sumamente inciertas ante la evolución del impacto del coronavirus”, indica el FMI en el documento.
En la conferencia de prensa telefónica celebrada con los medios, los representantes del FMI han sido bastante más directos sobre la situación española. Admiten que se ha constatado un declive económico en los países que se han visto impactados por el coronavirus, y este podría se el caso español, aunque no han aclarado si existe la posibilidad de una recesión.
Mitigar el impacto
“A fin de mitigar dicho impacto, las políticas deberían asegurar que el sector sanitario disponga de suficientes recursos y proporcionar una asistencia claramente dirigida a los sectores más afectados y a los colectivos más vulnerables”, precisa.
Además, reclama “medidas temporales de carácter extraordinario que deberían intensificarse según sea necesario para prevenir y contener el virus y mitigar el impacto económico”. Para ello, la política fiscal habrá de ser “flexible”, también para las empresas.
Además, avala varias de las medidas ya anunciadas por el Gobierno, como la reducción de la jornada laboral así como establecer fórmulas para su flexibilización. Eso sí: en caso de que se recortara la jornada, en el caso de lo colectivos más desfavorecidos, el FMI recomienda que las Administraciones Públicas cubran con fondos estatales esos ingresos que las familias van a perder.
Equilibrio fiscal
Con todo, desde el Fondo insisten en que son necesarios “esfuerzos fiscales y estructurales decididos para que se liberen nuevos recursos públicos y privados” que se puedan destinar a financiar de manera sostenible pensiones y salarios.
Con todo, se debe seguir salvaguardando el equilibrio fiscal, reduciendo tanto déficit y deuda pública. De hecho, a pesar del impacto del coronavirus, el FMI considera que “cualquier retraso temporal de la consolidación fiscal debería ir acompañado de un compromiso creíble de ajuste futuro”.