El Banco de España ha vuelto a pedir este miércoles una acción más decidida de la Unión Europea para ayudar a los países a hacer frente al coronavirus utilizando el arsenal del conocido como fondo de rescate o MEDE y la emisión de los que ya han sido bautizados como 'coronabonos'.
En su habitual Informe trimestral de la economía española, la institución asegura que "resulta necesaria una actuación más decidida" de la Comisión Europea para hacer frente a la pandemia, pese a que ya se han movilizado instrumentos -como los fondos estructurales y partidas del presupuesto comunitario- y se han relajado los marcos de las reglas fiscales y las ayudas de Estado.
"Contener el coste humanitario, social y económico de esta crisis requiere una acción coordinada y solidaria que haga uso de las herramientas presupuestarias y financieras ya existentes a escala europea —incluida la eventual movilización de los recursos del Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera, por un volumen potencial del orden de 500.000 millones de euros-, reclama el organismo que representa Pablo Hernández de Cos.
La institución ha hecho público su habitual informe, pero por primera vez, sin incluir sus proyecciones para los próximos meses dada la complejidad de hacer los cálculos ante el parón de la actividad para combatir el virus. Pero sí reconoce que la "magnitud" será muy pronunciada en el corto plazo y tendrá efectos muy negativos en el empleo, especialmente en sectores como hostelería, turismo, comercio minorista o automoción. La esperanza es que sea temporal.
En ese contexto, el argumento a esa renuncia de hacer una estimación del coste económico es el "escaso período transcurrido desde la declaración del estado de alarma", lo que hace que no haya indicadores que "permitan medir con un mínimo de rigor y precisión la magnitud". Otros organismos públicos y firmas privadas sí han hecho esos cálculos reconociendo que el impacto económico variará mucho en función de la duración de las medidas de confinamiento.
Sin embargo, pese a no poner cifras al parón económico, el organismo dibuja un paisaje preocupante para la economía. "El aumento de la incertidumbre, el confinamiento de la población en sus hogares y el cierre del comercio no destinado a la venta de bienes de primera necesidad se habrían traducido en una notable reducción del consumo privado", señala. Algo que estaría teniendo un efecto directo también en la inversión.
Hasta hace unas semanas, los modelos del Banco de España estimaban un crecimiento trimestral del 0,4% en un contexto global que empezaba a mejorar por el fin de incertidumbres, como el brexit o la firma de la primera fase de tregua de la guerra comercial.
En esos meses, el Gobierno anunció medidas de gasto, como la subida de las pensiones o el aumento del sueldo a funcionarios, sin concretar cuáles serían las medidas de ingresos para cubrir esas partidas, algo que ahora se retrasará hasta la presentación de los próximos Presupuestos Generales del Estado (PGE) que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya ha bautizado como los de la "reconstrucción".
La fiscalidad es clave
En ese ámbito fiscal, la institución que preside Pablo Hernández de Cos considera que podría estar una de las grandes claves para superar esta crisis económica lo antes posible, una vez que se controle la emergencia sanitaria.
En el informe presentado este miércoles, señala que "la primera línea de defensa para evitar la persistencia de los efectos económicos de la epidemia debe ser la política fiscal".
En ese sentido, recuerda que las primeras actuaciones del Gobierno español se han dirigido a amortiguar el impacto de la crisis sobre las rentas de los ocupados (incluidos los no asalariados)" con más flexibilidad para que puedan percibir prestaciones por desempleo y ayudando también a las empresas a no sufrir ese coste con el pago de las cotizaciones sociales.
También hay que velar, añade, por el ámbito financiero, donde se han aprobado medidas para impedir que la falta de liquidez de las empresas pueda comprometer su viabilidad. "Se han desplegado grandes volúmenes de garantías y avales públicos aplicables a créditos cuyos prestatarios son sociedades no financieras y autónomos, y se ha aprobado una moratoria, bajo ciertas condiciones, de sus deudas tributarias", resume el documento.
El Banco de España también recuerda los efectos dramáticos que el Covid-19 ha tenido sobre las Bolsas y recuerda el impacto que tuvo sobre las primas de riesgo.