La economía estadounidense comienza a enfermar de coronavirus. Los datos de paro registrado han roto todas las previsiones y arrojan una subida como nunca antes se había visto en la mayor economía del mundo. Esta semana hay 3,28 millones solicitantes de subsidio al desempleo más que la pasada.
El cierre de tiendas y establecimientos fuera de productos y servicios de primera necesidad en los estados más poblados de EEUU ya hacían prever el estallido, pero nada comparado con la realidad. El consenso de los economistas esperaba una subida de 'solo' 1,65 millones de nuevas peticiones en la última semana que ya hubiera batido todos los récord, pero la cifra definitiva ha sido casi del doble.
Con 3,283 millones de nuevos solicitantes de ayuda al paro, se rompen todos los registros históricos de EEUU. Hasta esta fatídica fecha, el récord se situaba en 695.000 nuevas altas en el año 1982. La semana pasada, cuando el coronavirus ya comenzaba a afectar a los sectores más expuestos de la economía estadounidense, se produjeron 282.000 nuevas peticiones de ayudas.
Con este dato, el promedio de las últimas cuatro semanas se eleva desde las 232.500 de hace una semana hasta un desconocido registro de 998.250 peticiones. Y lo peor es que los analistas coincidían, en eso sí, en que lo peor está por llegar aún para la economía estadounidense, donde la curva de contagios ha cogido una velocidad desconocida hasta ahora por el resto de países afectados.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, ha restado a este brusco salto porque se ha producido antes de que llegase el 'plan Trump' de apoyo a la economía doméstica. "Para ser honesto, creo que estos números en este momento no son relevantes, ya sean más grandes o más pequeños a corto plazo", dijo el especialista en una CNBC.