Las señales que apuntan a una recesión insólita para la economía española continúan repitiéndose. El índice PMI de actividad del sector manufacturero de España ha sido el último en sumarse a estos indicadores. Con un deterioro récord en muchas de sus variables, se hunde en abril a mínimos desde 2008 y augura que el golpe del coronavirus puede ser peor de lo que hasta ahora se venía descontando.
Nunca antes desde diciembre de 2008, en plena efervescencia de la crisis financiera global, el PMI manufacturero español había caído tan bajo. Este abril lo ha hecho hasta los 30,8 puntos frente a los 45,7 del mes de marzo, cuando comenzaban a registrarse los primeros efectos de la pandemia y el estado de alarma decretado para contenerla. El consenso de economistas había previsto que el desplome se quedase en los 34 puntos.
Desde IHS Markit, la consultora responsable del índice, se subraya que "se han batido los récords de varios parámetros". En este sentido, "la producción, los nuevos pedidos, el comercio de exportación y las compras cayeron a ritmos sin precedentes", señala el análisis.
Sin embargo, el economista Paul Smith subraya que "quizás lo más preocupante es la tendencia de la confianza empresarial y del empleo".
Las empresas encuestadas informaron de que la pandemia de Covid-19 y las severas restricciones aplicadas en el país a las actividades no esenciales, provocaron caídas de la producción manufacturera, así como de los nuevos pedidos y de las exportaciones. De hecho, las caídas en cada una de estas variables fueron las más intensas registradas en toda la serie histórica, que se remonta a 1998.
Destrucción de empleo
Debido al confinamiento generalizado y a la paralización general de la actividad económica, los fabricantes disminuyeron sus actividades de compras a un ritmo récord del estudio en abril. Asimismo, los inventarios también se redujeron drásticamente, ya que los pedidos realizados a los proveedores tendieron a sufrir retrasos considerables.
De este modo, la destrucción de empleo en el sector manufacturero "fue considerable en abril", ya que las empresas respondieron al entorno empresarial enormemente difícil mediante la reducción de los niveles de personal.
"La magnitud de la caída del empleo fue superada solo en diciembre de 2008", destaca el estudio, que advierte de que la de los empresarios respecto de los próximos 12 meses fue la más baja registrada hasta la fecha, ya que las empresas manifestaron una notable preocupación sobre el impacto a largo plazo en la demanda y la actividad económica de la pandemia.
En este sentido, el experto ha señalado la inquietud mostrada por las empresas del sector manufacturero sobre el impacto a largo plazo que la pandemia tendrá en la demanda y la preocupación de que cuando comience la recuperación tras el confinamiento sea difícil recuperar con rapidez niveles de actividad semejantes a los anteriores a la crisis.
Retroceso en la Eurozona
La situación se repite en el conjunto de la Eurozona, donde el PMI manufacturero de abril ha caído hasta los 33,4 puntos. Por debajo tanto de los 33,6 que preveían los expertos como sensiblemente más allá de los 44,5 enteros a los que ya cayó esta referencia en marzo.
Por si fuera poco, el índice Sentix de confianza del inversor de la región insiste en mínimos. Aunque con -41,8 puntos se alivia ligeramente el pesimismo de marzo, en los -42,9 puntos, la cifra se queda muy por debajo de los -33,5 puntos que auguraban los expertos.