Termina la cumbre del fondo de reconstrucción y también este blog en el que hemos contado en tiempo real todo lo que ha pasado en Bruselas desde el viernes por la mañana. En total, más de 90 horas de negociaciones.

"Es un gran acuerdo para Europa y un gran acuerdo para España", ha proclamado Pedro Sánchez en rueda de prensa tras la aprobación del fondo anticrisis de 750.000 millones. El presidente del Gobierno asegura que a España le corresponderán un total de 140.000 millones de euros, una cifra equivalente al 11% del producto interior bruto español.

De esta cantidad, 72.700 millones de euros llegarán en forma de subvenciones a fondo perdido (un recorte de 5.000 millones respecto a la propuesta original de la Comisión). La rebaja de las transferencias se compensa con el aumento de los préstamos a devolver, que ascenderán a 67.300. A España le interesan más los subsidios para no aumentar su deuda pública.

Sánchez ha anunciado que el plan de reformas que debe presentar el Gobierno español para acceder a los fondos de la UE dará prioridad a la transición digital y verde y también a la formación de estudiantes y trabajadores.

El presidente del Gobierno resta importancia al 'freno de emergencia', que permitirá a los países frugales nórdicos paralizar las ayudas a España si incumple las reformas exigidas, es decir, un derecho de veto sobre la política económica. Sánchez asegura que este mecanismo preserva el "equilibrio institucional" entre la Comisión y los Gobiernos de la UE. Y ve normal que se actúe en caso de "incumplimiento flagrante".

El club de los frugales nórdicos (Holanda, Austria, Suecia, Dinamarca y Finlandia) -que durante buena parte de la cumbre ha maniobrado para recortar el fondo de anticrisis de 750.000 y reducir la cuota de subvenciones a fondo perdido- se muestra satisfecho con el resultado final. "Tras cuatro días de negociaciones, hemos sido capaces de alcanzar un buen resultado para la UE y para Austria sobre el presupuesto plurianual y el fondo de reconstrucción", ha escrito el canciller austriaco, Sebastian Kurz, en Twitter.

Kurz ha colgado una foto con el primer ministro holandés, Mark Rutte; la primera ministra danesa, Mette Frederiksen; y su homólogo sueco, Stefan Löfven. "Gracias a todos los colegas, especialmente a los frugales", ha escrito.

"Lo hemos conseguido. Europa es fuerte y está unida", ha proclamado un eufórico presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en la rueda de prensa tras el final de cumbre de Bruselas. "Han sido negociaciones difíciles en tiempos difíciles para todos los europeos. Una maratón que ha acabado en éxito para todos los Estados miembros, pero especialmente para los ciudadanos", sostiene Michel. 

"Hemos mostrado responsabilidad colectiva y solidaridad y nuestra creencia en nuestro futuro común. Una señal concreta de que Europa es una fuerza de acción", ha asegurado el presidente del Consejo Europeo. "Este acuerdo se verá como un momento clave en el viaje de Europa (...) Hemos demostrado que la magia del proyecto europeo funciona, más allá de las diferencias", ha insistido.

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sostiene que el acuerdo sobre el fondo anticrisis de 750.000 millones de euros evidencia la capacidad de la UE de "responder con fuerza y rotundidad cuando es necesario".

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE empiezan a reaccionar vía Twitter al acuerdo agónico sobre el fondo de reconstrucción de 750.000 millones y el presupuesto plurianual de la UE para el periodo 2021-2021. "Un día histórico para Europa!", asegura el presidente francés, Emmanuel Macron.

Fumata blanca. Ha sido necesaria una maratón negociadora agónica de cinco días. Un confinamiento en Bruselas que ha estado a punto de batir el récord de cumbre más larga de la historia, que ostenta la de Niza de diciembre de 2000. Pero al final, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han alcanzado este martes de madrugada un acuerdo histórico para crear un fondo de reconstrucción de 750.000 millones de euros que está pensado para salir al rescate de España e Italia, los países más golpeados por el Covid-19 y donde se espera una recesión más profunda.

Es la primera vez en la historia que Bruselas emitirá deuda europea común a gran escala en los mercados para financiar la recuperación, usando como garantía el presupuesto de la UE. Una forma de mutualización que era tabú hasta hace unos meses para Alemania y los nórdicos y cuya aprobación sólo ha sido posible por el miedo al desplome económico brutal que va a causar la pandemia.

El compromiso constituye no obstante un grave revés para las pretensiones iniciales del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que aspiraba a lograr 140.000 millones para España. El acuerdo final rebaja de 500.000 a 390.000 millones el volumen de subvenciones a fondo perdido, que para Madrid y Roma eran esenciales con el fin de mantener su deuda pública bajo control. El resto de las ayudas -360.000 millones- serán créditos baratos a devolver.

Además, el fondo anticrisis incluye un 'freno de seguridad', que permitirá de facto a los países nórdicos paralizar las ayudas a España si consideran que Sánchez no hace las reformas y ajustes exigidos. El presidente del Gobierno había defendido durante toda la cumbre limitar las condiciones a la transición verde y digital y evitar un mecanismo de supervisión tan complejo que ralentice la llega del dinero. 

Estas han sido las concesiones que han tenido que hacer España e Italia para superar la resistencia férrea de Holanda y el resto de países nórdicos frugales (Austria, Dinamarca, Suecia y Finlandia), que bloquearon durante días y hasta el final lucharon para recortar las ayudas y endurecer las condiciones a Madrid y Roma.

Al quinto día de cumbre, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han alcanzado un acuerdo para crear un fondo de reconstrucción dotado con 750.000 millones de euros con el fin de hacer frente a la crisis sin precedentes del Covid-19.

Lo que en principio era una pausa técnica para realizar algunos ajustes técnicos se ha convertido en otra noche en blanco. Pero ya han concluido todas las bilaterales, se ha revisado todos los documentos y se han recalculado todas las cifras. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, acaba de convocar a todos los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 a una reunión plenaria a las 5:15. 

Eso significa que el acuerdo sobre el fondo de reconstrucción de 750.000 millones de euros para hacer frente a la crisis del Covid-19 es ya un hecho. Sólo falta que lo ratifiquen formalmente los líderes, en cuestión de minutos. Concluirá así la segunda cumbre más larga de la historia de la UE: 5 días. Después, ruedas de prensa de todos los líderes, incluido Pedro Sánchez, para tratar de vender el compromiso como una victoria.

La ronda de contactos bilaterales tras la cena de los líderes de la UE se ha prolonga mucho más de lo previsto, pero ya ha terminado. Ahora mismo se está finalizando el texto definitivo del acuerdo sobre el fondo anticrisis para hacer frente al Covid-19. También se están verificando todas las cifras, no sólo de este nuevo instrumento sino además del presupuesto plurianual para 2021-2027, explican fuentes diplomáticas.

Una vez que finalice este procedimiento, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, convocará una última sesión plenaria de los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete con el único fin de ratificar el acuerdo, ya sin más discusión. Las fuentes consultadas esperan que esto suceda dentro de aproximadamente una hora.

"Los ciudadanos europeos están esperando un plan de recuperación fuerte. El mundo nos está mirando. Tras 4 días de intensas negociaciones, es hora de avanzar hacia un compromiso constructivo en el Consejo Europeo", acaba de escribir en su cuenta de Twitter la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que por lo demás ha mantenido un perfil bajo durante toda la cumbre. ¿Otro signo de que el acuerdo sobre el fondo de reconstrucción es inminente?

Es ya martes. La cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE sobe el fondo anticrisis para hacer frente al coronavirus entra en su quinto día consecutivo de negociaciones. Está a punto de romper el récord de ser el Consejo Europeo más largo de la historia, que ostenta ahora la cumbre de Niza de diciembre del año 2000.

Los líderes europeos tendrían que seguir negociando hasta las 6:05 de la mañana de este martes. Pero parece improbable batir el récord de Niza porque todas las delegaciones dicen ya que un acuerdo es inminente.

La cena de líderes de los 27 para discutir la última oferta sobre el fondo anticrisis apenas ha durado una hora y media. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, acaba de decretar una pausa para "realizar un número limitado de ajustes técnicos", según informa su portavoz. Eso podría significar que el acuerdo está ya al alcance de la mano tras 4 días y 4 noches de negociaciones.

En general, la propuesta de Michel ha tenido una buena acogida tanto entre los países del Sur como en el club de los frugales nórdicos. Pero el problema está en los detalles.

Tras dos días sin apenas imágenes ni información directa de lo que está pasando en la cumbre de la UE (a la que los periodistas no tienen acceso debido a las medidas restrictivas por el Covid-19), por fin se publican fotografías y vídeos del inicio de la cena de trabajo a 27 que continúa a esta hora.

Unas imágenes que muestran a los líderes dialogando entre ellos con la mascarilla puesta porque no respetan la distancia de seguridad y revisando los papeles de la propuesta de compromiso que ha presentado el presidente del Consejo Europeo.

En las fotos se ve a Pedro Sánchez conversando animadamente con Charles Michel o examinando documentos en el mismo círculo que están Emmanuel Macron y Ángela Merkel. Una vez que se sientan en su sitio, los jefes de Estado y de Gobierno se quitan ya la mascarilla. 

Los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 se reúnen de nuevo este lunes en sesión plenaria (la última vez fue a las 5:30 de la mañana) para discutir la oferta final sobre el fondo anticrisis que acaba de presentar el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Un plan que mantiene la dotación global de 750.000 millones pero reduce las subvenciones a fondo perdido de 500.000 a 390.000 millones de euros y aumenta la proporción de créditos a devolver. Además, refuerza el veto de los países nórdicos sobre las reformas de los beneficiarios de las ayudas, como España e Italia.

En general, el plan ha tenido una buena recepción tanto en el Norte como en el Sur, pero todos los bandos dicen que quedan detalles pendientes de resolver. La incógnita es si los problemas se arreglarán rápido o se seguirá negociando toda la noche. Pero ya nadie duda de que habrá un acuerdo tras cuatro días y cuatro noches de cumbre.

La oferta final sobre el fondo anticrisis que acaba de presentar el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, refuerza el veto de los países nórdicos sobre las reformas de Pedro Sánchez. Holanda o cualquier otro Gobierno de los frugales podrá activar en solitario el denominado 'freno de emergencia', que le permite paralizar el desembolso de las ayudas europeas a España si considera que no ha cumplido los compromisos exigidos. El primer ministro holandés, Mark Rutte, ya ha dicho por activa y pasiva que lo que espera de Sánchez son reformas en el mercado laboral y en las pensiones.

Si un país activa el 'freno de emergencia', los pagos a España se suspenden y la disputa se remitirá directamente al Consejo Europeo, que adopta sus decisiones por unanimidad. Los líderes europeos dispondrán además de "tres meses" para decidir, lo que inevitablemente retrasará las ayudas.

Durante los cuatro días que dura ya la cumbre, Sánchez se ha resistido a un mecanismo de supervisión tan complicado, que en la práctica deja en manos de los nórdicos la tutela de la política económica española. El presidente del Gobierno defendía que las condiciones se centraran sólo en la transición digital y verde y no en reformas macroeconómicas. Además, reclamaba un sistema de control "ágil y eficiaz" para evitar retrasos innecesarios en la llegada del dinero. Todo lo contrario de lo que está a punto de aprobarse.

El primer ministro portugués, António Costa, sostiene que este freno de emergencia "ha sido el precio que se ha pagado" para convencer a los nórdicos de que acepten las subvenciones a España e Italia, un avance "histórico".

"El freno de emergencia será un factor de confianza entre todos, que evita algo similar a una troika" pero al mismo tiempo garantiza que no habrá un cheque en blanco para que los países gasten el dinero europeo sin control, asegura el primer ministro portugués.

“La solución final no permite que un país tenga ningún tipo de veto, sino solo que un Estado podrá exigir un debate político en el Consejo Europeo. El Consejo no da órdenes, pero sí mantendrá un debate político que deberá tenerse en cuenta", explica Costa.

La última propuesta de compromiso que acaba de presentar formalmente el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, mantiene en 750.000 millones de euros el tamaño total del fondo anticrisis, pero rebaja la proporción de subvenciones a fondo perdido, la parte que más interesa a España para no disparar su deuda pública.

En concreto, el volumen de transferencias presupuestarias se recorta hasta 390.000 millones de euros, en lugar de los 500.000 millones que había propuesto originalmente la Comisión de Ursula von der Leyen. La rebaja en los subsidios se compensa con un aumento de los préstamos a devolver: de 250.000 millones a 360.000 millones, según figura en el documento al que ha tenido acceso a EL ESPAÑOL.

El compromiso refleja negro sobre blanco el principio de acuerdo informal que habían alcanzado los líderes europeos la pasada madrugada, tal y como informó este periódico.

El recorte de las subvenciones tiene como objetivo intentar superar el bloqueo de los países nórdicos frugales. Y supone un revés para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que había marcado como línea roja en la negociación que los subsidios no bajaran de los 400.000 millones. Una cantidad inferior no tendría ningún impacto macroeconómico, aducía.

De hecho, el presidente del Gobierno inició la negociación pidiendo un fondo anticrisis de 1,5 billones en subvenciones. Al final parece que quedarán 390.000, aunque el acuerdo todavía no se ha cerrado. Las negociaciones seguirán en las próximas horas.

Tras una cuarta jornada de intensas negociaciones a todas las bandas, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, acaba de enviar una nueva oferta de compromiso (la tercera) a todas las delegaciones nacionales. El objetivo es desbloquear el diálogo y despejar la vía hacia un acuerdo total sobre el fondo anticrisis. Los detalles aún no se conocen. La solución aún se hará esperar unas horas.

"Se que los últimos pasos son siempre los más difíciles, pero tengo confianza", ha dicho Michel en una breve declaración a la prensa, la primera desde el viernes. "Creo que incluso aunque sea difícil, aunque será importante seguir trabajando, estoy convencido de que el acuerdo es posible", asegura el presidente del Consejo.

La nueva propuesta de compromiso es el fruto de "un trabajo colectivo extremadamente intenso" con todos los líderes de la UE y sus equipos. "El objetivo es permanecer unidos para que Europa esté a la altura del desafío", sostiene Michel.

Varias delegaciones nacionales informan de que el presidente del Consejo Europeo les ha dado un plazo de una hora y media para estudiar el documento. Es decir, la reunión plenaria a Veintisiete no empezará como muy pronto hasta las 20:30 horas.

El tamaño del fondo anticrisis para hacer frente al Covid-19 se rebajará de los 750.000 millones que había propuesto la Comisión de Ursula von der Leyen a 700.000 millones en el acuerdo final que ultiman los líderes europeos en Bruselas.

De esta cantidad, entre 390.000 y 400.000 millones serán subvenciones a fondo perdido y el resto créditos a devolver, según ha desvelado el primer ministro portugués, António Costa. En el plan original de Bruselas, los subsidios ascendían a 500.000 millones para no sobrecargar la deuda de Italia y España. Los recortes se han hecho para sortear el bloqueo de los países nórdicos.

Pese a estas cesiones, que están "al límite" de lo que Portugal considera admisible, Costa se muestra satisfecho con el inminente acuerdo, que califica de "histórico", según informa el periódico Expresso.

Por lo que se refiere al "freno de seguridad", el mecanismo ideado para garantizar que España, Italia o Portugal cumplan las reformas económicas comprometidas, Costa sostiene que "fue el precio que se pagó para obtener algo histórico".

"El freno de emergencia será un factor de confianza entre todos, que evita algo similar a una troika" pero al mismo tiempo garantiza que no habrá un cheque en blanco para que los países gasten el dinero europeo sin control, asegura el primer ministro portugués.

“La solución final no permite que un país tenga ningún tipo de veto, sino solo que un Estado podrá exigir un debate político en el Consejo Europeo. El Consejo no da órdenes, pero sí mantendrá un debate político que deberá tenerse en cuenta", explica Costa.

Prosiguen en Bruselas las intensas negociaciones para cerrar los últimos problemas abiertos del fondo anticrisis. El inicio de la sesión plenaria de los líderes de los Veintisiete en la que debería ratificarse el acuerdo final se retrasa otra hora: de las cinco a las seis de la tarde.

De hecho, lo más probable es que los jefes de Estado y de Gobierno no vuelvan a reunirse hasta que haya resultados. Es decir, que el mero hecho del inicio del plenario significaría de por sí que ya hay acuerdo.

En su papel de árbitros o intermediarios, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Emmanuel Macron están manteniendo esta mañana reuniones tanto con los países del Sur como con los del Norte. Es el intento final de cerrar las brechas que todavía persisten entre los dos bandos y alcanzar un acuerdo final sobre el fondo anticrisis. En estos momentos, le toca el turno al frente del Sur: Merkel y Macron mantienen a esta hora un encuentro con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el primer ministro italiano, Giuseppe Conte; el portugués António Costa y el griego Kyriakos Mitsotakis, según informan fuentes gubernamentales.

Antes, Merkel se ha visto con los líderes del club de los frugales ampliado: el holandés Mark Rutte, el austriaco Sebastian Kurz, la danesa Mette Frederiksen, el sueco Stefan Löfven y la finlandesa Sanna Marin. Se trata de redoblar la presión sobre los dos bandos, vencer las últimas resistencias y despejar el camino para el acuerdo final.