Indignación entre los ciudadanos de Barcelona. El Ayuntamiento dirigido por Ada Colau ha incluido en su factura recibida este mes de agosto un nuevo impuesto que sorprendentemente duplica uno ya existente.
En una carta remitida a todos sus usuarios, Aigües de Barcelona -encargada del suministro de agua potable de la ciudad- ha comunicado el cobro de un nuevo concepto tributario denominado tasa por el servicio de recogida de residuos municipales generados en los domicilios particulares.
Según el Ayuntamiento, el nuevo impuesto servirá para financiar la gestión y el tratamiento de residuos, tomando el consumo de agua y el tipo de vivienda como base para el cálculo de la tasa.
Los sorprendente es que esta tasa es prácticamente igual a otra que ya opera desde hace años: la tasa metropolitana de tratamiento de residuos municipales (TMTR), que se recauda por cuenta del Área Metropolitana de Barcelona. En el caso del nuevo impuesto se recauda por el Ayuntamiento.
Justificación de la tasa
Si tomamos como referencia una factura bimensual de 200 euros, el cobro de esta nueva tasa llega casi a los 14 euros. La TMTR se acerca a los 17 euros. De esta manera, estamos hablando de un 7% más, que en el caso de este nivel de consumo, sumaría unos 85 euros al año a la factura del agua de los barceloneses.
En diciembre del año pasado se aprobó esta polémica tasa para estar operativa a partir de mayo. Las facturas recibidas en agosto incluyen desde el 20 de mayo al 20 julio, por eso se conocen estos días los primeros cobros.
El objetivo del Ayuntamiento de Barcelona era recaudar la tasa entre 557.000 hogares, un 73,3% del total y que pagasen entre 27 y 51 euros anuales, lo que supone entre 2,25 y 4,25 euros mensuales.
El impuesto se justificó como el primer paso hacia una tarifación “justa”, en la que se pague en función de lo que se recicla. Los datos de Barcelona en diciembre pasado indicaban que la recogida selectiva estaba estancada en el 37,7% y que el objetivo europeo era que en 2025 fuese el 55% del total.