Sebastián Albella no seguirá al mando de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) durante cuatro años más. Según ha podido confirmar este diario el directivo comunicó hace unos días a la ministra de Asuntos Económicos Nadia Calviño que su etapa como presidente del regulador estaba agotada y que prefería dar un paso al costado.
Una decisión que se tomó de común acuerdo, pese a que en las últimas semanas la continuidad del directivo comenzaba a ganar fuerza al interior del Ejecutivo y del ministerio de Calviño.
De esta manera, Albella continuará al mando del regulador al menos hasta que se le encuentre un sustituto, un movimiento que no ha estado exento de polémicas en las últimas semanas.
De hecho, este diario ha podido comprobar los problemas del Ejecutivo para encontrar un sustituto a Albella, porque hasta ahora no se había encontrado un nombre que diera con el perfil: independiente, que no fuese demasiado incómodo, pero que además se mantuviese impermeable a presiones políticas.
Para facilitar esta transición, el Ejecutivo está ultimando la norma para que los consejeros no natos de la CNMV puedan seguir en su puesto mientras no haya un sustituto. Esto podría alargar el mandato de Albella más allá del 25 de noviembre-cuando expira su mandato- hasta encontrar un nuevo presidente.
Cambios de regulador
Otras fuentes indican a este diario que el Gobierno intentará presentar al Consejo de Ministros un nuevo presidente de la CNMV este mismo martes, pero por tiempos no estaría operativo antes de un mes ya que su nombramiento debería pasar por la Comisión de Economía del Congreso.
Estamos ante una de los últimos cargos que debe renovar el Ejecutivo tras su llegada a Moncloa. Antes del verano se sustituyó a José María Marín Quemada -que expiraba su mandato- por Cani Fernández en la CNMC y hace dos semanas nombró a Paula Conthe, que sustituirá en el FROB a Jaime Ponce, que a su vez irá al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Cuando se materialice su salida, Albella cerrará una trayectoria de cuatro años, después de que fuese propuesto para el cargo en 2016 por el Gobierno del Partido Popular de Mariano Rajoy. Un nombramiento que se produjo con el voto contrario de PSOE y Unidas Podemos.
Sector privado
De hecho, la coalición de Gobierno no olvida y recuerda su pasado como jefe de la oficina de Madrid del desapacho Linklaters. En efecto, Albella asesoró a varias empresas que posteriormente han tenido litigios con la CNMV, como es el caso del Banco Popular o Codere, pero el ministerio de Calviño consideraba que había salido indemne y que ha demostrado que puede mantenerse al margen.
Sin embargo, la poca claridad del Ejecutivo a la hora de renovarle y no trasladarle de manera directa que quería su continuidad, hizo que Albella decidiese comunicar que no seguiría en el regulador para probablemente volver al sector privado.
Ahora Asuntos Económicos deberán comunicar su sucesor que ya ha sido elegido de un par de nombres que desde el Ejecutivo se han puesto sobre la mesa hace semanas, pero respecto de los que no se había tomado ninguna decisión hasta conocer el futuro definitivo de Albella.