BBVA Research cree que España crecerá este año un 5,5%. Se trata de un avance del PIB menor a lo que esperaba hace unos meses, pese a que según sus nuevos cálculos la economía española se hundió en 2020 un 11% (frente al 11,5% que esperaban sus analistas). Pero en todo caso, es mucho más optimista que el escenario que maneja el Gobierno.
Los efectos de la tercera ola de la Covid-19 se van a dejar notar en la economía, tanto por las restricciones que se tengan que adoptar en España, como por las que adopten otros países de la Unión Europea de los que dependemos comercialmente.
En este escenario, el servicio de estudios de BBVA considera que lo mejor para acelerar la recuperación es dar un impulso a la vacunación con todas las herramientas que estén disponibles.
"La política más efectiva en términos económicos sería acelerar al máximo esta campaña de vacunación, hacerla masiva y alcanzar cuanto antes la inmunidad de grupo. Hay que utilizar todos los recursos disponibles para esto", ha explicado el responsable de análisis económico de España de BBVA Research, Rafael Doménech.
En su opinión, no poner todos los esfuerzos en vacunar rápido es un riesgo también para la recuperación española en relación con la del resto de Europa, puesto que otros países podrían ser más eficientes en lograr la inmunidad.
Consumo y restricciones
Los datos del tercer trimestre del pasado año fueron sorprendentes para esta casa de análisis y muestran que cuando se reducen las restricciones, los españoles vuelven a recuperar hábitos de consumo. De hecho, la segunda ola frenó esa recuperación en el último trimestre de 2020 en el que el PIB se movió solo un 0,1%, según esta firma.
"Cuando vuelva la normalidad, ese gasto va a volver, la gente va a volver a los bares si se logra la inmunidad", ha señalado Miguel Cardoso. No obstante, también ha advertido que en ese escenario futuro también podría haber cambios en los hábitos de consumo porque es posible que muchas personas hayan descubierto ahora que prefieren consumir en casa o disfrutar más del ocio en el hogar.
En todo caso, la tasa de ahorro se ha disparado en 2020 y es previsible que caiga hasta dos puntos en los próximos meses hasta 2022, lo que impulsaría la economía.
Otro impulso para el PIB español que se espera a partir del segundo semestre del año es el de los fondos europeos. En concreto, este año tendrían un efecto positivo de un punto y a partir del próximo del 2%. Este dato está incorporado a la previsión global de crecimiento que sitúa el avance del PIB en 2022 en el 7%.
Lecciones de 2020
Según ha explicado el economista jefe del grupo BBVA y director de BBVA Research, Jorge Sicilia, la situación que se vive en este momento es muy distinta a la de la pasada primavera, tanto en España como en el resto de los países desarrollados.
En concreto, ha señalado tres motivos: las autoridades se han acostumbrado a convivir mejor con el virus y están aplicando la experiencia a las restricciones; los bancos centrales están aplicando mejor sus políticas monetarias; y la llegada de las vacunas hace que sea posible vislumbrar un escenario mejor de inmunidad para después del verano.
En todo caso, ha explicado Sicilia, "hay una incertidumbre elevada" por las mutaciones que pueda experimentar la Covid-19.
Según sus estimaciones globales, el PIB mundial se hundió un 2,6% en 2020 y crecerá un 5,3% en 2021. España estaría ligeramente por encima de esta última cifra (dos décimas) pese a que su caída fue muy superior al del conjunto de las economías analizadas en sus previsiones.
Reformas futuras
La clave para la recuperación será el buen uso de los fondos europeos y la puesta en marcha de reformas acertadas en línea con lo que pide Europa.
"La condicionalidad de las ayudas europeas no es casual, es por nuestro propio bien. Liberarían buena parte del crecimiento potencial que tiene la economía española", ha advertido Doménech, antes de señalar que "en la aplicación de estas reformas está en juego la credibilidad del país".
Sobre los riesgos a los que se enfrenta la economía, el primero de los señalados por esta firma es el control de la enfermedad, pero también hay otros como los efectos que se puedan derivar del aumento de la presión fiscal que se va a producir este año y el control del gasto. En ese sentido, sería importante "que no se consolide el gasto público" contemplado en 2021.
También es una amenaza para la economía la evolución de la solvencia de muchas compañías. En ese sentido, sería importante "hacer una transición eficiente" de las moratorias y otras medidas adoptadas para paliar los efectos del coronavirus en las empresas. Y también abordar medidas para permitir una estabilización de las empresas.
En este punto, es importante hacer mención al empleo, dado que aunque los ERTE han paliado los efectos en el mercado laboral de la Covid-19 la recuperación será lenta. Según los datos de Cardoso, el empleo mejoraría solo un 2% en 2021 y un 4,5% en 2022, muy por debajo del crecimiento del PIB previsto para esos años.