El mismo día en que la deuda pública española ha marcado un nuevo récord (el 114,5% del PIB), la vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, ha urgido este lunes al Eurogrupo a ejecutar cuanto antes las ayudas de hasta 140.000 millones de euros que España espera recibir del fondo europeo anti-Covid, de las cuales alrededor de 70.000 millones serán subvenciones a fondo perdido. Calviño reclama a la UE "agilidad" con el fin de poder amortiguar el impacto de la pandemia en los países más golpeados como España.
Durante la videoconferencia del Eurogrupo celebrada este lunes, su presidente, el irlandés Paschal Donohoe, ha invitado a Calviño a presentar a sus socios el plan de inversión y reformas que prepara el Gobierno de Pedro Sánchez a cambio del dinero de Bruselas. El motivo es que España es uno de los países "más avanzados" en los preparativos, según informan fuentes diplomáticas.
La vicepresidenta económica ha aprovechado la ocasión para insistir en "la necesidad de que tengamos mecanismos de aprobación y de puesta en marcha ágiles a nivel comunitario y concentremos todos los esfuerzos -tanto de las instituciones europeas como de los Estados miembros- en esta primera parte del año para que podamos tener todo en marcha lo antes posible".
"Los planes de recuperación son instrumentos macroeconómicos contracíclicos y es ahora cuando necesitamos hacer un esfuerzo de inversiones y de reformas para tratar de compensar el impacto negativo de la pandemia, sobre todo en aquellos países más afectados, como ocurre con España", ha insistido Calviño.
El Gobierno de Sánchez ha presupuestado un primer tramo de 27.000 millones de euros para 2021 (que corresponde a la parte de las subvenciones a fondo perdido) y tendrá que adelantar el dinero hasta que Bruselas empiece a pagar, endeudándose aún más.
Aunque el fondo anti-Covid de 750.000 millones de euros se aprobó definitivamente a finales del año pasado tras levantar Hungría y Polonia su veto, todavía quedan muchos trámites pendientes para que el dinero empiece a fluir a los Estados miembros. En primer lugar, la decisión que autoriza al Ejecutivo comunitario a emitir deuda común debe ser ratificada en todos los Estados miembros.
El pleno de la Eurocámara todavía debe votar el reglamento que fija las condiciones para recibir los fondos. Y los planes de reformas de todos los países tienen que ser evaluados y aprobados por la Comisión y el Ecofin.
Eso significa que el primer tramo de ayudas (una prefinanciación del 13% que en el caso de España será de alrededor de 10.000 millones, según Calviño) no llegará hasta el segundo trimestre. El resto de los pagos se realizarán dos veces al año, condicionados al cumplimiento de las reformas comprometidas.
El Gobierno de Sánchez ya envió el pasado octubre a Bruselas la primera versión de su plan de recuperación y desde entonces ha seguido negociando con la Comisión las reformas más polémicas, en particular la laboral y la de las pensiones (que enfrenta al PSOE con Unidas Podemos). Calviño ha explicado que buscará el acuerdo de los agentes sociales en estas dos reformas y que espera remitir el plan definitivo cuando sea legalmente posible.
Mantener una política económica expansiva
La vicepresidenta económica avisa de que el inicio del año sigue marcado por una "gran incertidumbre" con "meses duros por delante", pese a la evolución positiva que suponen las vacunas y los fondos comunitarios. Por ello, el consenso en el Eurogrupo sigue siendo mantener una "política económica expansiva".
En este sentido, el Gobierno de Sánchez tiene previsto aprobar otra prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y también "la extensión de las moratorias de los créditos hipotecarios y no hipotecarios hasta el 31 de marzo", ha anunciado Calviño.
Hasta el momento unas 600.000 personas se han beneficiado de esta medida impulsada por el Ejecutivo, que evita pagar el grueso del préstamo durante al menos tres meses y a la que hasta finales de septiembre se podían acoger quienes perdieron sus empleos durante la pandemia o vieron caer de forma significativa sus ingresos, según informa EFE.
Coincidiendo con el nuevo récord que ha marcado este lunes la deuda española, el Eurogrupo ha discutido el impacto de la Covid-19 en los desequilibrios económicos que atenazan a la eurozona. Estos desequilibrios (en el caso de España, los más importantes son precisamente la deuda, pero también el paro) se habían empezado a corregir desde la crisis financiera, pero ahora vuelven a dispararse.
De hecho, los países con más desequilibrios de partida, como España, son también los que han resultado más golpeados por la pandemia. Nuestro país es líder en la UE en recesión, paro y déficit. En Bruselas preocupa en particular el aumento de la deuda pública y privada, así como las repercusiones en el empleo, los salarios y la productividad. "El riesgo es que los desequilibrios impidan la recuperación y amplíen las divergencias entre los Estados miembros", explica un alto funcionario del Eurogrupo.
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