La vacunación ya está en marcha y España no sale demasiado malparada en el ritmo de administración de dosis entre los países de la Unión Europea. Sin embargo, el FMI ha decidido aplicar un fuerte recorte a sus previsiones para la economía española este año en un informe en el que mejora el crecimiento que espera para el conjunto del mundo.
El organismo con sede en Washington ha rebajado el avance del PIB en España para 2021 hasta el 5,9% y aunque ha mejorado ligeramente su previsión para 2022, el avance será de apenas el 4,7%.
Esto significa que a pesar de la recepción de los fondos europeos, habrá que esperar al menos hasta 2023 para volver al nivel económico anterior a la pandemia, que el pasado año provocó una caída del PIB del 11,1%, siempre según estas previsiones.
Estas estimaciones son un jarro de agua fría para el Gobierno español, que incorporó en sus Presupuestos un avance del PIB para este año del 9,8% y que ahora defiende que la economía crecerá en 2021 cerca del 7%, muy por encima de lo que prevé el Fondo.
En paralelo, el FMI se muestra más optimista con la recuperación a nivel global y cree que el conjunto del planeta avanzará un 5,5% este año y otro 4,2% el que viene. Se trata de tres décimas más de lo que estimó en octubre, dato que contrasta con el recorte del -1,3% que ha aplicado para la economía española en esta revisión.
El motivo de su mayor optimismo para el conjunto del planeta es que esta proyección "refleja las expectativas de un fortalecimiento de la actividad que vendrá impulsado por las vacunas a finales de este año y por un apoyo adicional en las políticas de algunas de las mayores economías".
A pesar de los efectos en la economía y la salud de la segunda ola del virus, el FMI cree que la pandemia hizo menos daño a la economía mundial de lo que había estimado hasta ahora y el PIB se habría contraído en 2020 un 3,5% (nueve décimas menos de lo que había anunciado).
También Italia sale malparada con una rebaja superior incluso a la de España (-2,2%) en la estimación de crecimiento, puesto que lo sitúa en el 3% en 2021. Sin embargo, la economía del país transalpino -que está inmerso en un momento de alta incertidumbre política- perdió el pasado año menos que la española, con una caída del 9,2%, según los analistas del Fondo.
En este difícil contexto, la actualización del World Economic Outlook celebra que Bruselas haya puesto en marcha los fondos Next Generation, que "ayudarán a impulsar la actividad entre las economías avanzadas" y tendrán un efecto positivo en sus socios comerciales.
Todo ello, en un contexto en el que las medidas de apoyo fiscal anunciadas en Estados Unidos y Japón también serán un balón de oxígeno para la economía global en estos tiempos de pandemia.
La Eurozona crecerá este año un 4,2%, tras caer un 7,2% el pasado y Estados Unidos avanzará un 5,1%, tras sufrir un retroceso económico en 2020 del 3,4%.
Mayor desigualdad
Lo que proyecta el FMI en sus previsiones es que la Covid-19 dejará un mundo más desigual, algo de lo que viene advirtiendo desde hace meses tanto este organismo como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que está siendo objeto de debate en el Foro Económico Mundial (WEF) que este año es virtual.
"Se proyecta que la fuerza de la recuperación variará de forma significativa entre los distintos países, en función del acceso a las intervenciones médicas, a la eficacia de las políticas de apoyo, de los contagios y de las características estructurales con las que entraron en esta crisis", advierte el informe difundido este martes.
Aunque no se detiene a analizar país por país, este último punto ha sido, probablemente, clave para España, una economía que sufre la amenaza -cada vez más confirmada- de quedar rezagada frente al resto de países avanzados en la recuperación.
Las previsiones del FMI incorporan ya algunos riesgos que podrían surgir en los próximos meses, como el avance de las infecciones por nuevas cepas del virus, el retraso en la distribución de la vacuna, algunos nuevos confinamientos, etc.
Pero, aún así, los economistas del organismo que dirige Kristalina Georgieva advierten que "queda mucho por hacer en el frente de la política económica y de la salud para limitar los daños que persisten por la fuerte contracción de 2020 y asegurar que la recuperación pueda ser sostenida".
En todo caso, sí parece haber confianza en los avances científicos y médicos para tratar el virus con medicación más eficaz y sobre todo, en el potencial de la vacuna para frenar la transmisión.
En este último punto, la desigualdad vuelve a asomar, ya que el FMI alerta que los países del mundo avanzado podrán vacunar antes y por tanto, la transmisión del virus a nivel global no se detendrá hasta finales de 2022.
La desigualdad también se dejará notar entre los efectos que esta crisis va a tener sobre los trabajadores menos cualificados y en ese sentido, el FMI apunta a la Educación como uno de los pilares en los que debe asentarse para la recuperación.