El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha asegurado en la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados que "reformar el sistema requiere voluntad política, capacidad para abordar una estructura de oligopolio y requiere tiempo".
Pero también ha asegurado que el Ejecutivo está "comprometido" en cumplir "todos los objetivos" del acuerdo de coalición y que "lo hecho hasta ahora va en la dirección correcta".
Tanto es así que asegura que "se están haciendo las reformas adecuadas" para abaratar el precio de la energía, pero ha insistido en varias ocasiones en que la consecución de los objetivos buscados "requiere tiempo".
Entre las posibilidades de esa reforma del mercado eléctrico está la mayor introducción de renovables en el sistema, y el menor peso de tecnologías con costes variables más elevados, permitirán reducir el precio.
Control del oligopolio
Garzón ha dedicado la primera parte de su intervención a explicar el funcionamiento del sistema eléctrico y de la conformación de precios. Pero ha insistido también en dos aspectos que, a su juicio, impiden una mayor caída de precios: una estructura de "oligopolio" donde tres empresas controlan el 60% de la oferta y sus filiales comercializadoras hacen lo propio en la demanda del mercado, y el funcionamiento de ese mercado para determinar precios a partir del coste de la energía más cara.
"Tres empresas controlan la mayoría del mercado de compra y de venta, y uno no puede suponer ni presuponer, por ceguera ideológica, que la formación de precios se da en naturaleza perfectamente competitiva y buscando la minimización de ese precio", ha dicho.
A este respecto, el titular de Consumo cree que una empresa pública "sin ser la panacea, podría reequilibrar esta estructura" y "rebajar la capacidad de las tres grandes empresas de determinar precios".
Respecto al funcionamiento del mercado marginalista, ha señalado cómo permite rentabilidades por encima de su coste operativo a instalaciones como la nuclear o la hidráulica, los llamados 'beneficios caídos del cielo', y por ello ha planteado una revisión de la fiscalidad de estos beneficios.
Simplificar la factura
Asimismo, ha reivindicado la necesidad de realizar una "reforma profunda" en el bono social, tal y como había adelantado la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, el día anterior.
Se ha referido a incorporar el bono gasista y garantizar el uso de todo suministro energético con independencia de sus ingresos. También prevé cambios en los que trabaja desde su departamento, como una Ley integral del servicio de atención al cliente y medidas de simplificación de la factura para facilitar "una comprensión mucho más sencilla y fácil" del recibo.
En este sentido, ha apuntado que el sector energético "es uno de los principales destinatarios de las reclamaciones" por cuestiones que afectan al consumidor, como la publicidad engañosa.
Ha defendido la necesidad de contar con campañas de sensibilización y de información para el consumidor, poniendo como ejemplo el comparador de precios impulsado por Consumo y la CNMC. También ha recordado la prohibición de que las compañías cuenten con números de coste adicional para la atención al cliente aprobada por su departamento.
Tener las manos atadas
Tras su intervención, los grupos de la oposición han reprochado al ministro sus críticas a anteriores Gobiernos, a los que responsabilizaba en el pasado por el encarecimiento de la factura. Sergio Sayas, de UPN, le ha recordado que decía que "Rajoy era cómplice de la codicia de las eléctricas" y ha cuestionado su "inutilidad" en el Consejo de Ministros.
Joseba Agirretxea (PNV) ha lamentado que en el Ejecutivo parezcan "incapaces de intervenir en la factura" y que las medidas se dirijan a "generar un sistema paralelo para tener precios más bajos". "Si tienen las manos atadas, reconozcan que las tienen atadas", ha dicho.
Pablo Cambronero, de Cs, le ha acusado de ser directamente "un gasto supérfluo", preguntándose "qué pinta en el Consejo de Ministros". Por último, Carmen Riolobo, del PP, ha criticado que en el Gobierno "no han dicho absolutamente nada" tras una subida media del 27% en el precio de la electricidad.
"Somos capaces de intervenir"
Garzón se ha defendido asegurando que sus declaraciones en el pasado son "perfectamente válidas" hoy .
"Cometeré errores, pero por ahí estoy tranquilo, he dicho siempre lo mismo", y ha reivindicado que las medidas adoptadas por el Gobierno de coalición, y también el anterior del PSOE en solitario, han tenido como resultado un abaratamiento del precio.
Por tanto "sí que se puede" intervenir el mercado. "Somos capaces de intervenir en el precio de la luz y se está haciendo", ha aseverado.
Por otro lado, ha reconocido su sorpresa por que "ningún partido que se llama liberal" aluda a sus referencias acerca del oligopolio y a la estructura de mercado. "El liberal parezco yo, porque propongo que la estructura de mercado no sea un oligopolio", ha abundado, llegando a leer al propio Adam Smith en 'La riqueza de las naciones'.
Bajar los impuestos
Finalmente, ha rechazado una rebaja de impuestos como el IVA o el Impuesto sobre la Electricidad como única medida pues "cuando hay oligopolio, incluso en una competencia perfecta, una rebaja se traduce, según toda la literatura económica, en una subida del margen de beneficio".
"Lo que proponen no es bajar el precio, es subir los beneficios a las grandes empresas, que tienen bastantes", ha aseverado, invitando a la oposición a complementar su propuesta con "medidas que garanticen el control de precio". "En ese caso, lo discutimos, e incluso se lo puedo comprar", ha dicho.
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