García-Legaz: "No entiendo esa fobia a la gran empresa. Son las que tienen músculo para los fondos europeos"
En 100 Opiniones para salir de la crisis, defiende que el Gobierno debe permitir al sector privado ayudar a vacunar y los éxitos de la reforma laboral de 2012.
29 enero, 2021 01:19Noticias relacionadas
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Jaime García-Legaz (Murcia, 1968) es economista del Estado y técnico comercial. Se trata de una de las figuras en España que mejor conoce a la empresa por el trabajo que desempeñó en el Ministerio de Economía como secretario de Estado de Comercio de España en los años de la crisis financiera (2011-2018) y por su paso por diversos cargos en la ejecutiva de empresas privadas.
Ha sido presidente y consejero delegado de Aena, presidente del ICEX o de la Fundación CEOE, entre otros.
En la actualidad, es miembro del consejo de administración de DIA, de Aena, de Ahorro Corporación Financiera y del Canal Isabel II. También forma del panel de expertos conferenciantes de Thinking Heads y es profesor del IE University y de Cunef.
La vacuna es imprescindible para acelerar la salida de esta crisis y vamos con retraso. Hay empresas dispuestas a colaborar con el Gobierno con sus propios recursos o a través de las mutuas. ¿Es una buena idea?
Apoyarse en las mutuas para acelerar el proceso de vacunación sería fundamental. Hay que aprender de países como Israel, que van a conseguir tener vacunada a buena parte de su población muy pronto y conseguir la inmunidad de rebaño no por la vía natural, sino por la de vacunación. Pero hay que apoyarse, no solo en las mutuas, tenemos un sector sanitario privado muy potente que está ahí y estaría encantado de acelerar el proceso.
Hay que apoyarse en las mutuas y en el sector sanitario privado para acelerar el proceso de vacunación
Si el Gobierno se dirigiera a los grupos privados, a las grandes aseguradoras y les propusiera colaborar en un calendario acelerado de vacunación, sería un buen ejemplo de colaboración público privada en una prioridad vital para la sociedad.
¿Es un fracaso de la Unión Europea lo que está ocurriendo con AstraZeneca?
Lo ocurrido con AstraZeneca requiere una investigación a fondo. Si quien ha incumplido es AstraZeneca, deben exigirse responsabilidades multimillonarias. Si quien se ha equivocado es la UE, deben depurarse todas las responsabilidades en quienes han fallado en su gestión.
Si quien ha incumplido es AstraZeneca, deben exigirse responsabilidades multimillonarias. Si quien se ha equivocado es la UE, deben depurarse todas las responsabilidades
En el mundo financiero hay inquietud por la posibilidad de que la gestión de los fondos europeos se enfoque al gasto social en lugar de impulsar la inversión productiva. ¿Va a depender de cómo gestionemos los fondos el que sean una verdadera oportunidad?
Los fondos europeos son una gran oportunidad. La obligación de España es aprovechar al máximo esa gran cantidad de recursos que se han puesto a su disposición de forma gratuita, sin tener que ser reembolsados, aunque haya otra parte en forma de crédito.
Sería un error enfocar este paquete de ayudas como el 'Plan E' o algo parecido: utilizarlos para levantar aceras para luego taparlas o hacer obra pública improductiva o innecesaria. No es para esto para lo que los contribuyentes europeos han puesto el dinero. Este programa es para mejorar la competitividad y productividad de España y esto requiere invertir en aquello que haga que la recuperación sea lo más rápida posible, pero de la forma más sostenible posible.
Hay fondos para la transición ecológica, para la digitalización. Tenemos grandes empresas a la vanguardia de esto, pero somos un país de pymes. ¿Cómo podemos aterrizarlo a nuestro tejido productivo?
Tradicionalmente los fondos europeos han sido absorbidos con mucha eficacia por empresas de tamaño mediano y grande. A la pequeña y mediana hay que ayudarla, pero por otra vía. No debe ser el foco en la orientación de estos fondos. Deben estar diseñados para impulsar una economía más eficiente desde el punto de vista energético, más apoyada en tecnología para producir.
De forma natural esto nos lleva a una serie de empresas que tienen músculo para llevar a cabo los proyectos, que son las grandes y las medianas grandes. Y no pasa nada. Son empresas muy importantes para nuestro tejido productivo, que crean muchísimo empleo, aportan a la exportación, contribuyen muchísimo en términos de fiscalidad a la Hacienda Pública. Nunca he entendido esa fobia que algunos tienen a la empresa grande o a la mediana, creo que están ahí y teníamos que tener muchas más.
¿Se debe ayudar a las pequeñas empresas?
A las pequeñas hay que ayudarlas, pero eso se hace bajando los impuestos. A los autónomos, bajándoles las cuotas. Esa es la fórmula más efectiva. Al mismo tiempo, se les puede ayudar con flexibilidad laboral. Sostener a las empresas con doping financiero, pero con rigidez laboral es mantenerlas con una cuerda colgada al cuello sabiendo que van a caer.
Sostener a las empresas con doping financiero pero con rigidez laboral es mantenerlas con una cuerda colgada al cuello sabiendo que va a caer
España no se puede permitir una pérdida del tejido productivo como la de 2008-2012, cuando perdimos un 13% de las empresas. Se ha hecho un esfuerzo a través del ICO, eso es positivo, pero si no se acompaña el crédito con otras medidas, no va a ser suficiente.
Flexibilidad laboral sería no penalizar los despidos para las empresas que han pedido un ERTE. Se quiere cambiar la reforma laboral, según se ha comunicado ya a la UE...
La reforma laboral ha sido un éxito total. Es un ejemplo de reforma laboral alabada por todos los organismos internacionales, de creación de empleo. Hay que recordar que España llegó a tener un 26% de desempleo y se había reducido en 10 puntos en tres años. Es una reforma laboral que contrastadamente funciona y que permitió crear varios millones de puestos de trabajo cuando la economía se puso a crecer y logró rebajar la tasa de crecimiento a partir de la cual España es capaz de crear empleo neto.
La reforma laboral ha sido un éxito total. No parece razonable desmantelar una reforma que ha dado tan buenos resultados
Hay que recordar que antes de la reforma laboral, España necesitaba crecer al 2,5% para empezar a crear empleo y después de la reforma del 2012, creciendo por encima del 1% ya crea empleo neto. No parece razonable desmantelar una reforma que ha dado tan buenos resultados.
España también padece problemas de precariedad en el mercado laboral: contratos temporales, salarios bajos... ¿Hay recorrido para mejorar?
El mercado laboral siempre requiere reformas, actualizaciones, siempre es perfeccionable y mejorable. Es necesario actuar sobre la precariedad. Efectivamente, se ha observado la disfuncionalidad que implica la dualidad entre fijos y temporales. Es un problema permanente del mercado español desde hace 30 años. Hay áreas en las que trabajar con los agentes sociales. La precariedad, y esto es importante, no le interesa a nadie. No le conviene al trabajador, pero tampoco a la empresa. Un trabajador precario es poco productivo y un trabajador al que la empresa no le interesa formar.
La precariedad, y esto es importante, no le interesa a nadie. No le conviene al trabajador, pero tampoco a la empresa
¿Cómo puede el Gobierno impulsar que las empresas ganen tamaño?
Hay tres áreas en las que se puede trabajar. Una es la regulación, eliminar de las normas las barreras al crecimiento que se derivan de la propia normativa, los incentivos para que la empresa no crezca por la fiscalidad o la normativa laboral. Pensemos en liberados sindicales o en la creación de costes adicionales para la empresa.
El segundo elemento es el cultural. Todavía hay un problema en la empresa española de comodidad en cuanto al tamaño. Hay empresas que llegan a un tamaño y frenan. “No voy a crecer más, soy una pyme, que factura X, gana Y, 100% familiar, para qué me voy a molestar en crecer más, si me va a complicar la vida…” Este es un tema cultural sobre el que hay que actuar. Hay que incentivar a las empresas a tener la ambición de crecer.
El tercer punto es la internacionalización que ha sido un enorme factor de éxito. Lo fue en los 80, en los 90, en 2000... Nos sacó de la crisis a partir de 2010 y sobre todo, entre 2013 y 2015. Ahora que la tecnología ha eliminado barreras al comercio global, la empresa pequeña debe trabajar aquí.
En el ámbito del comercio internacional, se ha producido un cambio en la Casa Blanca con Joe Biden, pero el proteccionismo va a seguir...
En el caso de EEUU, hay una parte importante de la doctrina proteccionista de Trump que ha cuajado y que ha sido comprada, lamentablemente, también, por el Partido Demócrata. Por ejemplo, la doctrina anti China es bipartidista, ya no es un tema de Trump. Buena parte de los demócratas han abrazado ese discurso agresivo hacia China.
La doctrina 'anti China' en Estados Unidos es bipartidista, ya no es un tema de Trump
Por extensión, es fácil que ese discurso que empezó con China, pero se extendió a Europa y otros países, no se quede ahí. Yo no puedo ser optimista respecto a la política de comercio exterior que vayamos a ver en EEUU porque los lobbies proteccionistas han cobrado mucho peso y han conseguido convencer a una parte de los demócratas. Ojalá me equivoque, pero aquellos que esperan que con la llegada de Biden haya un cambio dinámico de las políticas librecambistas en la administración americana, igual se llevan una decepción.
En otros temas, como la vuelta al Acuerdo de París, ¿sí se pueden abrir oportunidades para las empresas españolas?
El hecho de que una de las primeras órdenes ejecutivas de Biden sea volver al Acuerdo de París, es buena noticia no solo para la lucha global contra el cambio climático, sino también para las empresas españolas que son punteras en renovables y que van a encontrarse con más oportunidades en el mercado americano. Con esta señal, EEUU va a arrastrar a otros países más escépticos. Con Europa y EEUU alineadas en la necesidad de luchar contra el cambio climático va a ser más difícil que haya otros países que escurran el bulto en este campo.
¿Cómo va a afectar el 'brexit' al comercio?
El acuerdo del 'brexit' ha sido de mínimos, razonable. Es un 'brexit', que no es duro, pero sí semiduro. Hemos conseguido salvar los muebles al suprimir los aranceles en el comercio de bienes, algo que ha sido vital, por ejemplo, para el sector agrario español. Ahora quedan muchas incógnitas.
¿Estamos aprovechando la oportunidad de captar empresas que salgan del Reino Unido?
Es posible que España tuviera una oportunidad de atraer sector financiero si fuéramos capaces de articular una propuesta atractiva con regulación, fiscalidad, seguridad jurídica, esos ingredientes para que entidades que operan en Reino Unido decidieran elegir España cuando están repatriando sedes a la UE. Pero ahí hay que saber que estamos peleando con Francia, con Alemania, con Portugal, con Italia… con otros países como Irlanda, con otras ventajas y si no sabemos jugar bien las bazas, no sacaremos frutos de esas decisiones que se van a tomar.
En captar empresas del Reino Unido estamos compitiendo con Francia, Alemania, Portugal, Italia...
¿Afectan a este tipo de decisiones mensajes que se lanzan desde el Gobierno, como los cambios legislativos sobre la 'okupación'?
Para la inversión internacional, la seguridad jurídica es lo primero. Luego está la fiscalidad, la normativa laboral… Si empezamos a lanzar señales de que la seguridad jurídica no es un bien protegido se va a resentir la inversión española y extranjera.
Con los niveles de deuda pública que vamos a alcanzar, ¿qué puede hacer España para atraer más inversión extranjera?
España tiene una posición de inversión internacional muy delicada. La deuda pública se ha disparado, va a seguir creciendo y se va a traducir en una posición de vulnerabilidad financiera muy alta. España necesita mantener la confianza de los inversores en deuda pública. Hasta ahora lo ha conseguido con la ayuda del BCE, pero España necesita inversión extranjera en el sector privado y esto está muy vinculado con la necesidad de preservar la seguridad jurídica.
España necesita inversión extranjera en el sector privado y esto está muy vinculado con la necesidad de preservar la seguridad jurídica.
España dio un salto enorme en el sector de la automoción entre los años 12 y 15 en atracción de modelos, de inversión extranjera, de fabricación en las plantas españolas. Todo esto está vinculado con la reforma laboral de 2012. ¿Queremos seguir por ese camino que tan buen resultado nos ha dado o queremos salir de ahí? Es un motivo para pensar.
El Gobierno confía en que el crecimiento potencial del PIB que se va a conseguir con los fondos, va a ser suficiente para hacer sostenible la deuda...
Los fondos europeos son, sin duda, una ayuda, pero de duración limitada. No son fondos permanentes y confiar en que el crecimiento va a venir exclusivamente de los fondos no es realista. Son una ayuda que nos viene en un momento en el que la economía española lo necesita. Pero una economía que crece con salud es una economía en la que el sector privado tira y para eso es necesario que haya elementos de confianza, de seguridad jurídica, una fiscalidad y estructura del mercado de trabajo sean adecuadas. Ningún país crece a base de ayuda externa.
Una economía que crece con salud es una economía en la que el sector privado tira. Ningún país crece a base de ayuda externa
¿Cómo se puede avanzar en la reindustrialización de España?
España por desgracia tiene un músculo industrial nacional limitado. Buena parte reside en la inversión extranjera, pensemos en el sector químico, automoción, bienes de equipo… Es una parte importante de nuestra industria, que es muy fuerte gracias a la inversión extranjera.
¿Queremos más? Pues lancemos las señales adecuadas, no desmantelemos las reformas que permitieron que España fuera líder europeo en inversión extranjera. Entre 2013 y 2015, este país fue líder en atracción de inversión extranjera per cápita. Cuidemos eso porque esa inversión es volátil. Hemos visto ya decisiones desacertadas de deslocalización. Esas inversiones cuando se van no vuelven.
No desmantelemos las reformas que permitieron que España fuera líder europeo en inversión extranjera entre 2013 y 2015
En el terreno del turismo que conoce por su vinculación con Aena, la vacunación va con gran retraso en el hemisferio sur. Los problemas de movilidad van a permanecer mucho tiempo.
Tenemos un problema. Para el turismo, no va a ser suficiente con vacunar en España. Una parte fundamental de nuestro tráfico pasa por nuestros 'hubs', Madrid, Barcelona que conectan con América, Oriente Medio, África. Mientras toda la red no esté limpia va a ser muy difícil que vuelva a niveles pre Covid. La prioridad de los países desarrollados debería ser ayudar a esos países para que el calendario se acelere no solo en Europa.
Mientras toda la red no esté limpia va a ser muy difícil que vuelva a niveles pre Covid
Cuando se empezaron a tomar medidas en marzo, parecía que la crisis iba a ser más corta. Se está prolongando, aunque también vemos la luz por las vacunas. ¿Es el momento de introducir ayudas directas?
Con cierto carácter selectivo, las ayudas directas son necesarias porque de lo contrario, vamos a perder tejido productivo que una vez destruido es muy muy complicado rescatarlo. Va a haber gente que si cierra la persiana no la volverá a abrir. Es mucho más fácil preservar un árbol vivo regándolo un poquito que no dejar que se seque y pretender cortarlo y replantarlo para esperar a que crezca. Las ayudas directas con carácter selectivo y bien diseñadas pueden preservar el tejido productivo donde no llega el crédito.
Con carácter selectivo, las ayudas directas son necesarias porque de lo contrario, vamos a perder tejido productivo que una vez destruido es muy muy complicado rescatarlo
La otra cara de la moneda la vemos dentro de la distribución, en concreto en la alimentación, sector que también conoce...
El sector de la alimentación está altamente beneficiado por la situación de cierre de hostelería y restricciones a la restauración. Eso beneficia a muchos proveedores que están en la cadena. El cambio ha venido por el incremento en la demanda, por los cambios en hábitos de consumo y por el despegue del comercio electrónico. Se ha comprobado que funcionaba bien y se han convertido en el canal de compra habitual. La respuesta a ese incremento de demanda ha sido, en términos generales, espectacular. Ser capaces de instrumentar esos cambios tan profundos, en tan poco tiempo, para dar respuesta a una multiplicación brutal de los pedidos, no era fácil y se ha conseguido.
¿Vamos a ver una recuperación en forma de K, con sectores y países que salgan rápido y otros que queden atrás?
Las crisis de esta naturaleza dependen mucho de la duración. Si se extiende en el tiempo, generará efectos en K. Vemos el sector tecnológico, muy beneficiado, la consultoría para hacer frente a este cambio tan profundo, el teletrabajo, que ha llegado para quedarse...
Para afrontar el tiempo que nos queda de pandemia y el reparto de ayudas europeas, ¿no sería más acertado hacerlo con unidad política?
Sin duda, sí. Sería muy positivo que hubiera un acuerdo entre los dos grandes partidos en algunas líneas fundamentales. Es una de las lecciones de Alemania que deberíamos aprender en España cuanto antes.