El vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, ha asegurado esta mañana que un proceso de condonación de deuda pública de los estados en manos del BCE sería "bastante dañino" desde todos los puntos de vista.
Durante el Desayuno Informativo digital ‘El sector inmobiliario tras la Covid-19’ organizado por Asval y Europa press, Luis de Guindos ha explicado que la condonación "no sería racional". "Afectaría a la independencia, reputación y prestigio de los bancos centrales", ha afirmado. Medida de la que el Tesoro Público también se desmarcó recientemente.
Para empezar, el exministro español ha recordado que hay un aspecto legal que impide que haya monetización del déficit público. La medida, propuesta por un centenar de economistas europeos, entre los que figuran la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, y el responsable económico de Podemos, Nacho Álvarez, podría tener, según Luis de Guindos, un cierto alivio a corto plazo.
Sin embargo, ha remarcado el vicepresidente del BCE, "a largo plazo la operación no seria excesivamente rentable". El motivo, que los gobiernos verían reducido el flujo de dividendos que les llega a través de los beneficios de los bancos centrales, quienes entrarían en pérdidas, y esto también afectaría a los ingresos de las arcas públicas.
Además, Luis de Guindos ha apuntado que los países de la zona euro se están beneficiando desde hace años de la política de tipos aplicada por el Banco Central Europeo. Gracias a ello, siguen vendiendo deuda pública en buenas condiciones.
Seguridad jurídica en alquiler
Al tratar el mercado del alquiler, eje central del encuentro matutino, Luis de Guindos ha señalado a título personal que "la seguridad jurídica es fundamental" para tener un mercado amplio y con precios asequibles.
"Un marco jurídico da garantías a los oferentes para que pongan sus viviendas en alquiler, sean muchas o pocas", ha indicado. Solo así aumentará la oferta y con ello habrá una moderación de las rentas.
En cuanto al mercado inmobiliario en general, el vicepresidente del organismo europeo ha diferenciado el buen comportamiento del residencial, con una actividad hipotecaria que ha seguido fluyendo, aunque el ámbito comercial sí ha sufrido más castigo.
El mercado residencial aguanta mejor porque las rentas medias de la población no han caído tanto como el PIB (4% frente al 11% en España), gracias a los esfuerzos de los gobiernos, aunque la evolución del mercado laboral marcará en gran medida el devenir de este sector.