El mal inicio económico de 2021 ha obligado al Gobierno a hacer una revisión de su cuadro macroeconómico. Concretamente a revisarlo a la baja. Si bien el Ejecutivo esperaba que el PIB creciera hasta un 9,8% este año gracias a los fondos europeos, este pronóstico se ha reducido hasta el 6,5%, 3,3 puntos menos.
Así lo ha indicado Nadia Calviño, vicepresidenta de Asuntos Económicos, en la rueda de prensa telemática ofrecida este viernes, en la que ha admitido que la recuperación económica se ha retrasado. Con todo, para 2022 ha pronosticado que el crecimiento del PIB será del 7%, por encima de lo previsto. Es decir, que el aumento previsto para este año pasará al próximo, según las estimaciones del Ejecutivo.
Esta rebaja del pronóstico tiene que ver, particularmente, con el impacto de la tercera ola del coronavirus y el descenso del consumo causado por la tormenta Filomena.
Socios comerciales
También en este descenso de las expectativas económicas ha tenido mucho que ver el la evolución del coronavirus en "nuestros principales socios comerciales", tales como Alemania, Francia e Italia, que han sufrido una "tercera ola más intensa" que España. Por todo ello, espera una "ligera caída de la actividad económica".
Además, la vicrepresidenta Segunda ha recordado que se mantiene el impacto previsto por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que potenciarían en crecimiento del PIB en dos puntos. Espera que los fondos correspondientes a 2021 (más de 24.000 millones) empiecen a vehicular a partir de junio. Pero no ha concretado el efecto exclusivo para 2021.
Calviño estima que el PIB habrá recuperado la situación previa a la pandemia para finales de 2022. Para 2023 estima un crecimiento del 3,5% y para 2024 una mejora económica del 2,1%.
También hay buenas previsiones respecto al empleo. Calviño espera que la tasa de paro se reduzca al 15,2% en 2021, y que baja al 14,1% en 2022, al 13,2% en 2023 y al 12,7% en 2024.
Reforma laboral
Para el 'recálculo' de estas previsiones, ha explicado que se cuenta con la aplicación de la nueva legislación de teletrabajo y con la Ley Rider, por ejemplo. Consultada respecto al tipo de reforma laboral que se aplicaría y que ya se está negociando con patronal y sindicatos, ha asegurado que solo se activarán medidas que cuenten con "un amplio respaldo político y social".
Por otro lado, la vicepresidenta ha insistido que en la ampliación de los ERTE que se haga a partir de mayo debe "favorecer la incorporación de los trabajadores", aunque también ha aclarado que "tenemos que trabajar en el modelo permanente" de ERTE. "El modelo laboral español y sus problemas no se van a resolver con el camabio de una frase en el Estatuto de los Trabajadores".