Este fin de semana la inclusión de la supresión de la deducción por declaración conjunta de IRPF, o ayuda fiscal a matrimonios, en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, provocó una importante polvareda social y política. Sin embargo, el Gobierno asegura que, aunque esta medida esté dentro del documento, la derogación del beneficio fiscal "no está incorporada dentro de la reforma fiscal".
Así lo ha indicado María Jesús Montero, ministra de Hacienda, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. En ella, ha considerado que el componente fiscal del Plan de Recuperación "está negro sobre blanco" y en él no figura la supresión de este beneficio fiscal.
Su explicación es que esta idea se ha planteado en una parte del Plan de Recuperación que no supone "ningún tipo de compromiso con Bruselas". Concretamente, en el informe de impacto de género que incluye uno de los anexos.
Sin aclaraciones
En este sentido, ha concretado que España no debe remitir ninguna aclaración adicional a la Comisión Europea al respecto ya que es una reforma que el Gobierno "ni ha decidido, ni ha hecho, ni ha planteado". "Creo que en el contexto global del documento está perfectamente aclarado y no hace falta remitir aclaración adicional", ha insistido Montero.
La ministra de Hacienda ha recordado que esta medida fue analizada por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) y que en él se detalla que el beneficio fiscal para matrimonios puede implicar una dificultad añadida para la incorporación de la mujer al mercado laboral. En este sentido, ha recordado que estos análisis serán evaluados y tenidos en cuenta por la Comisión de expertos que trabajará en dar luz a la futura reforma fiscal.
A pesar de ello, como ya contó Invertia, el Plan de Recuperación enviado a Bruselas incluye, textualmente, la “paulatina desaparición de la reducción por tributación conjunta mediante el establecimiento de un régimen transitorio”.
Si se llevara a cabo esta medida, afectaría al 12% de los españoles y principalmente a rentas medias y bajas. Actualmente, según los datos de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF), 4,2 millones de personas se benefician de esta ayuda fiscal, lo que se corresponde con 2,1 millones de hogares. Se traduce en una caída de la recaudación equivalente al 3,3% de la recaudación total del IRPF.
Si bien esta ayuda fiscal también es para las rentas altas, en realidad, a quien más beneficia es a las rentas medias y bajas. Y es que, más del 80% de esta deducción va a parar a estas, tal y como explica el organismo en su informe sobre beneficios fiscales. Es decir, el 10% de mayor renta genera el 19,5% del coste total del beneficio (466 millones).
Es decir, que la eliminación de este beneficio fiscal afectará, sobre todo, a las clases medias y bajas. Con todo, cabe recordar que este beneficio fiscal ya no existe en la mayoría de los países de la UE y de la OCDE, como explicó a Invertia Carlos Cruzado, presidente del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha).
Cruzado expresó también que su mayor preocupación es cómo se aplique la supresión de esta deducción. “Nos preocupa que elementos en esta línea vayan en contra de la población”. Espera que se haga con el “régimen transitorio” que menciona AIReF, de manera que las familias que hoy disfrutan de este régimen fiscal lo puedan mantener en el futuro, aunque nuevos matrimonios no puedan acceder a él.
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