La recaudación fiscal se está comportando extraordinariamente bien en 2021. Sin embargo, este fenómeno se debe en buena parte, además de a la recuperación económica, a las medidas que permitieron a los contribuyentes retrasar el pago de determinados tributos. Estas prórrogas no implican que el pago de tributos se perdone, sino que solo se atrasa.

Esto es lo que ha provocado que hasta mayo la recaudación del impuesto de Patrimonio se haya disparado un 193% mientras que los ingresos por Sucesiones y Donaciones prácticamente se han duplicado. 

Así lo indican los datos de ejecución presupuestaria de las comunidades autónomas publicados por el Ministerio de Hacienda. De hecho, la recaudación de los impuestos autonómicos crece a doble dígito. En el caso de Patrimonio, incluso a triple dígito. 

De cualquier manera, la liquidación anual de este impuesto no se produce hasta julio, así que todavía no refleja las cifras concretas de liquidación. A pesar de ello, hasta mayo las regiones ingresaron 75 millones de euros, un 193% más que en el mismo periodo de 2020. Pero estos números pueden inducir a la confusión.

Fuentes de Hacienda explican que, en este impuesto, "los meses de enero a junio pueden presentar tasas de variación elevadas al alza o a la baja que hay que tomar con cautela. Por ejemplo, los derechos reconocidos en mayo de 2020 fueron 18,44 millones de euros cuando en julio de dicho año, tras practicar la liquidación anual, ascendieron a 764,99 millones de euros". 

Sucesiones y Donaciones

En este juicio coinciden fuentes expertas en fiscalidad consultadas por Invertia. En cambio, el importante incremento, del 93% (hasta los 1.612 millones), de los impuestos de Sucesiones y Donaciones tiene otro razonamiento.

Este año se están computando 777 millones que en realidad corresponden a 2020, pero que finalmente se están cobrando en 2021 por los aplazamientos, fraccionamientos o suspensiones de plazos que las regiones permitieron en estas figuras tributarias durante el año pasado.  

También otras dos tasas relacionadas con la propiedad evolucionan en el marco de los dobles dígitos. Se trata del impuesto a las transmisiones patrimoniales (ITP) y el de actos jurídicos documentados (AJD), que Hacienda contabiliza de manera conjunta. En este caso, la mejora de ingresos es del 38%, hasta llegar a los 3.912 millones de euros. 

También el impuesto sobre determinados medios de transporte experimenta un importante ascenso, hasta ponerse en los 223 millones (un 27,6% más). 

Mejora de ingresos públicos

Más allá del impacto que el 'retraso' del cobro de determinados impuestos pueda estar teniendo en las autonomías, está claro que los ingresos públicos van en franca mejoría. Como ya contó Invertia, hasta mayo, la recaudación de tributos de 2021 del Estado había llegado a los 89.024 millones de euros, un 2,3% más que en 2019.

Esa cifra supone una mejora de 2.052 millones en la que también ha tenido que ver la subida fiscal activada con los últimos Presupuestos Generales del Estado.

El mayor incremento se ha producido en el campo de los impuestos directos y cotizaciones sociales, especialmente en el IRPF y Sociedades. En este campo se contempla una subida de la recaudación de 3.583 millones de euros, un 8,3% más que hace dos años.

En cambio, en los impuestos indirectos, que son los que están relacionados con el consumo (como el IVA), se prevé una ligera disminución, según los datos del departamento que dirige María Jesús Montero. La recaudación se queda en los 42.275 millones, 1.531 millones menos que en 2019.

En el informe correspondiente, Hacienda explica que la diferencia es todavía mayor respecto a los datos de 2020. En este caso, la mejora de los ingresos tributarios es del 5,3%.

Según indica el departamento, las medidas normativas y de gestión adoptadas en 2020 y 2021 han supuesto unos mayores ingresos netos hasta mayo de este año, de unos 3.634 millones de euros.