AIReF también rebaja su previsión de PIB y alerta de que el gasto público estructural se ha disparado

La Autoridad Independiente de Autoridad Fiscal (AIReF) coincide con los vaticinios del Banco de España: hay rebajar las previsiones de crecimiento. Si bien el ente, en septiembre, avaló el cuadro macroeconómico del Ejecutivo, hoy ha cambiado de parecer rebajando el crecimiento en casi un punto en 2021. 

Así si el Gobierno espera que el crecimiento sea del 6,5% en 2021 y del 7% en 2022, la AIReF alerta de que esta evolución quedará reducida al 5,6% este año y al 6,3% el próximo.

Si bien la revisión que hizo el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha tenido un peso importante en estos cambios, también lo ha tenido el incremento de los precios de la electricidad así como la subida de los costes por los 'cuellos de botella' generados en las cadenas de valor y en el abastecimiento de las materias primas. 

Con todo, Cristina Herrero, directora de la AIReF, ha alertado de que el riesgo generado por la pandemia "no es desdeñable" y que no hay que descartarlo en el futuro.

A pesar de estas diferencias, la AIReF coincide en la previsión de déficit público con el Gobierno, incluso la mejora: espera un déficit total del 7,9% del PIB en 2021 y del 4,8% en 2022.  Eso sí: sin el efecto de los fondos REACT-EU, Herrero estima que en 2022 la reducción del déficit será inferior a la del Plan Presupuestario del Gobierno (2,7 puntos frente 3,4 puntos). 

Vaticinios

Por otro lado, a pesar de estos datos sobre las previsiones económicas, la AIReF considera que los vaticinios tanto en ingresos como en gasto público coinciden con los del Ejecutivo. Sin embargo, Herrero ha recordado que las del Gobierno son ligeramente más optimistas que las del órgano. 

Durante su intervención en el Congreso de los Diputados, sobre lo que sí ha cargado las tintas Herrero ha sido sobre el gasto estructural y subyacente. Tanto en el caso de las pensiones como en el de los salarios públicos, el incremento del gasto público es estructural. Esto ha llevado a que el gasto subyacente (es decir, no temporal, sino que se mantendrá en el tiempo) haya crecido un 6,2% entre 2020 y 2021. 

El aumento del gasto estructural será de más del 3% en 2022. Por ellos, Herrero ha reclamado "reflexionar hacia dónde vamos" y planificar.

Por ejemplo, considera que el 40% del nuevo gasto sanitario acabará siendo estructural, porque ha llegado para cubrir necesidades que ya existían. Por ello, reclama planear y poner prioridades sobre la mesa.