El fabricante sueco de redes y equipos de telecomunicaciones Ericsson ha decidido suspender de forma "indefinida" su negocio en Rusia, una decision que le ha llevado a provisionar 900 millones de coronas (87 millones de euros) en el primer trimestre.
La compañía escandinava mantiene interrumpidas desde finales del pasado mes de febrero sus entregas en el país, según recuerda Europa Press. Pero ahora ha decidido dar un paso más.
"A la luz de los acontecimientos recientes y de las sanciones de la Unión Europea (UE), la compañía ahora suspenderá indefinidamente su negocio afectado con clientes en Rusia", ha comunicado la multinacional tecnológica.
Como consecuencia, Ericsson contabilizará en el primer trimestre de 2022 una provisión de 900 millones de coronas suecas (87 millones de euros) por deterioro de activos y otros costes excepcionales, al margen de costes de despido de personal.