Bruselas

El fantasma de la estanflación acecha a la eurozona. La economía de los países que comparten la moneda única volvió a ralentizarse durante el primer trimestre del año debido al impacto de la crisis energética, la inflación y los problemas en las cadenas de suministro, factores que se han visto agravados por la guerra en Ucrania. Al mismo tiempo, el nivel de precios subió hasta el 7,5%, marcando otro récord desde la creación del euro.

El producto interior bruto (PIB) de la eurozona apenas avanzó un 0,2% entre enero y marzo, una décima menos que en el último trimestre del año pasado. En el conjunto de la UE, la expansión fue del 0,4%, frente al 0,5% entre octubre y diciembre, según los datos preliminarles publicados este viernes por Eurostat, la oficina estadística de la UE.

Comparado con el mismo trimestre del año pasado, el PIB aumentó un 5% en la eurozona y un 5,2% en el conjunto de la UE. 

Tasa de crecimiento del PIB durante el primer trimestre de la UE en los países de la UE

Entre los Estados miembros para los que hay datos disposibles, Portugal fue el que registró un mayor crecimiento en el primer trimestre de 2022 (2,6%), seguido de Austria (2,5%) y Letonia (2,1%). Dos países registraron caídas del PIB entre enero y marzo: Suecia (-0,4%) e Italia (-0,2%).

La otra sorpresa negativa la ha dado Francia, cuya economía se estancó durante el primer trimestre del año. En contraste, Alemania logra esquivar la recesión técnica (dos trimestres seguidos en negativo) ya que creció un 0,2% tras la caída del 0,3% en el último trimestre de 2021. La economía española avanzó un 0,3%, ligeramente por encima de la media de la eurozona pero por debajo del promedio total de la UE.

Por su parte, la inflación anual ha vuelto a marcar en abril un nuevo máximo histórico del 7,5% en la eurozona, una décima más que en marzo. El mal dato redobla la presión sobre el Banco Central Europeo (BCE), cuyo objetivo de inflación es el 2%, para acelerar la retirada del arsenal de estímulos desplegado para hacer frente a la crisis de la Covid-19.

En los últimos días, los dirigentes del BCE ya han indicado que la compra de deuda pública de España y el resto de países de la eurozona terminará en junio, lo que despeja el camino para una primera subida de tipos de interés ya en julio.

Tasa de inflación en los países de la eurozona en abril

Si se analizan los principales componentes de la inflación de la eurozona, la mayor subida corresponde a la energía (38% de incremento anual, lo que supone una primera ralentización respecto al 44,4 de marzo); seguida de alimentación, alcohol y tabaco (6,4% frente al 5% en marzo); productos industriales no energéticos (3,8% frente al 3,4% en marzo) y servicios (3,3% comparado con el 2,7% en marzo).

Por su parte, la inflación subyacente (que excluye los componentes más volátiles como son la energía, alimentos no procesados, alcohol y tabaco) también sigue escalando del 2,9% en marzo al 3,5% en abril.

Los incrementos de precios más fuertes se registran en Estonia (19%), Lituania (16,6%), Letonia (13,2%), y Holanda (11,2%). En España, la inflación bajó del 9,8% en marzo al 8,3% en abril. Aún así, nuestro país registra un diferencial de inflación de 0,8 puntos porcentuales con la media de la eurozona, lo que amenaza con derivar en una pérdida de competitividad.

Pero incluso los países con menos tensiones inflacionistas superan el objetivo del 2% del BCE: Malta (4,9%), Francia (5,4%) o Finlandia (5,6%).

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