La medida de deflactar el IRPF se toma en entornos de precios altos como el actual, que se asocian a subidas salariales. Su objetivo es paliar la pérdida de poder adquisitivo que puede sufrir la población.

Se espera que 2022 acabe con un incremento de la inflación, como mínimo, del 6%. El crecimiento de los salarios está por lo pronto muy lejos de esta proporción, en un escaso 2,4%. El poder de compra de los españoles se verá mermado sin duda. 

Sin embargo, una leve subida salarial como esta puede dar pie a que los contribuyentes cambien de tramo de IRPF al aumentar sus ingresos. Esto haría que pagaran más por el impuesto de la renta pese a la pérdida de poder adquisitivo. 

"Si una persona ve aumentar su salario un 5% debido al incremento de la inflación, esa subida salarial le puede hacer pagar más impuestos, no sólo por gravarse sobre una base mayor, sino porque además puede sufrir un salto de tramo en la escala de gravamen por este efecto. Ese salto es lo que se llama progresividad en frío", indican fuentes de la Comunidad de Madrid.

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"Con la deflactación de la tarifa se intenta eliminar, en todo o en parte, la

progresividad en frío, evitando que se incremente el tipo medio efectivo", añaden. Para aplicar dicha deflactación, "se actualiza el extremo superior e inferior de cada tramo de renta". 

Por ejemplo, si los salarios se elevan un 5%, las cifras que marcan cada tramo de IRPF se tendrán que elevar en la misma proporción. "Los nuevos extremos de cada tramo se amplían, permitiendo tributar una mayor cantidad de ingresos a tipos marginales más bajos". 

De hecho, el efecto va más allá. Desde Madrid indican que "si el salario del contribuyente no aumenta, la deflactación constituye una bajada de impuestos, porque pagaría un menor tipo medio efectivo al tributar más ingresos a tipos marginales más bajo". 

En su anuncio, Díaz Ayuso calculó que el impacto económico de la medida (que entrará en vigor el primer día de 2023) será de 300 millones de euros. Es decir, que las arcas madrileñas dejarán de recaudar esta cantidad. 

El Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) rebaja ligeramente esta cifra y la deja en los 240 millones de euros. 

La decisión de Madrid puede repetirse en otras comunidades autónomas de signo 'popular'. La medida era una de las propuestas económicas que Núñez Feijóo presentó a Pedro Sánchez hace unas semanas. Y que el presidente del Gobierno descartó. 

Juan Bravo, vicesecretario de Economía del PP, admitió que la idea es que esta fórmula se aplique en otras autonomías. "Consideramos que si eso es bueno para los ciudadanos lo lógico es que el Gobierno lo haga en la tarifa estatal y nosotros en la autonómica. Nosotros ya habíamos dicho que si el Gobierno no lo hace, nosotros en la parte autonómica lo vamos a aplicar", dijo este lunes, según recoge EFE. 

Cabe recordar que Madrid ya había puesto en marcha una rebaja de medio punto de IRPF en todos los tramos, y que entró en vigor el pasado 1 de enero.