Fitch Ratings ha confirmado su calificación crediticia para España, situada en 'A-' con perspectiva estable. Sin embargo, la agencia se ha sumado a otros organismos nacionales e internacionales y ha rebajado su previsión de crecimiento de 2022 para el país hasta el 4,4% tras la "brusca" desaceleración registrada por la economía española en el primer trimestre.
En su informe, la agencia remarca que esto supone "una marcada revisión a la baja" en comparación con la previsión del 6,3% que realizó en su último análisis del rating a finales de 2021. No obstante, en su informe trimestral de previsiones económicas publicado el pasado mes de marzo ya recortó su estimación de PIB para España hasta el 5%.
Fitch confía en que el ritmo de crecimiento de la economía española se recupere en el tercer y cuatro trimestre de 2022 "con un aumento del gasto de capital", relacionado con el desarrollo de los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, así como por "una continua recuperación del turismo que impulse las exportaciones".
En este contexto, la agencia de calificación crediticia estima que el PIB real de España no alcanzará los niveles que registraba antes de la pandemia de la Covid-19 hasta el tercer trimestre de 2023.
Fitch destaca que España cuenta con "una economía de alto valor añadido" y "sólidos indicadores de gobernanza", pero también alerta de los altos niveles de endeudamiento público "limitan" su calificación crediticia.
Mercado laboral e inflación
Por otro lado, la agencia valora la recuperación registrada por el mercado de trabajo, que ha crecido a un ritmo más rápido que el PIB. En concreto, destaca que en 2021 la tasa de desempleo descendió desde el 15,9% en enero al 13,4% en diciembre, y se ha mantenido cerca de esos niveles desde entonces, Fitch espera que esos datos vayan disminuyendo "ligeramente" en 2023.
A este respecto, hace referencia a la reforma del mercado laboral llevada a cabo a principios de este año por el Gobierno, que limita sustancialmente el uso de contratos temporales y restablece la prioridad sectorial frente a los acuerdos a nivel de empresa para las cuestiones salariales.
Por otro lado, Fitch también alerta del aumento registrado por la inflación en los últimos meses, que espera que se reduzca a partir de mediados de año, debido en parte al tope del precio del gas en España y Portugal, hasta alcanzar el 4,4% a finales de 2022.
"Los riesgos para nuestras previsiones de crecimiento están firmemente sesgados a la baja y las de inflación, al alza. En nuestra previsión de referencia, se espera que los precios de la energía se reduzcan en el segundo semestre de este año y que disminuyan el próximo", explica.
En este sentido, la agencia de calificación crediticia también avisa de que un "aumento persistente de los precios de la energía debilitaría aún más los ingresos reales y, en consecuencia, el consumo".
Asimismo, Fitch subraya que el déficit "se reducirá a un ritmo más lento". En concreto, prevé que "se reduzca a un ritmo sustancialmente inferior al previsto en diciembre", hasta el 5,1% del PIB en lugar del 4,4%. En esta revisión, aclara, están las perspectivas macroeconómicas y las decisiones políticas después de que el Ejecutivo anunciara en marzo el paquete de ayudas como respuesta a la guerra en Ucrania.
Esto, según Fitch, aumentará el déficit en 2022 en unos 6.000 millones de euros --alrededor del 0,5% del PIB--, mientras que en 2023, se espera que el déficit se reduzca aún más, hasta el 4,1% del PIB.