El producto interior bruto (PIB) de EEUU se contrajo un 0,2% en el segundo trimestre de 2022 respecto a los tres meses anteriores. La economía estadounidense entró, por tanto, en recesión técnica al sumar dos trimestres consecutivos de caídas, según ha informado este jueves la Oficina de Análisis Económico del Gobierno del país (BEA, por sus siglas en inglés).
La contracción es inferior a la registrada en el primer trimestre del año, cuando alcanzó el 0,4% respecto a los tres últimos meses de 2021. En comparación interanual, la caída de la economía estadounidense fue del 0,9%, también menor a la sufrida entre enero y marzo, cuando llegó al 1,6%.
Según ha explicado la oficina, la caída del segundo trimestre se produjo en un contexto de "continua inflación", bajo desempleo, tipos de interés al alza y problemas persistentes en las cadenas de suministro.
Recesión técnica
El organismo ha subrayado que la disminución del PIB reflejó la bajada de la inversión privada, la inversión fija y el gasto del gobierno, tanto federal, como estatal y local. Estas caídas fueron compensadas, aunque solo parcialmente, por el incremento de las exportaciones y los gastos personales.
Si un país suma dos trimestres consecutivos en negativo entra en lo que se conoce como recesión técnica. Algunos expertos prefieren no describir esta situación como una verdadera "recesión", tal y como defiende la Oficina Nacional de Investigación Económica de EEUU (NBER, por sus siglas en inglés).
Exactamente, la institución define una recesión como "una disminución significativa de la actividad económica extendida por toda la economía, que dura más de unos pocos meses, normalmente visible en la producción, el empleo, los ingresos reales y otros indicadores".
Uno de los signos de fortaleza de EEUU es su mercado laboral. El país creó en junio 372.000 nuevos empleos no agrícolas, después de los 384.000 de mayo. La tasa de desempleo se mantuvo en el 3,6% por cuarto mes consecutivo.
A pesar de la recuperación registrada, todavía hay 524.000 puestos de trabajo menos que antes del estallido de la pandemia de coronavirus, en febrero de 2020. Mientras que el empleo privado sí se ha recuperado -hay 140.000 empleados más- el público no lo ha hecho. Todavía hay 664.000 empleados menos a cargo del Gobierno de EEUU.
El dato de PIB se ha conocido un día después de que la Reserva Federal de EEUU (Fed) incrementase por cuarta reunión consecutiva los tipos de interés. El banco central estadounidense lo hizo en 75 puntos básicos con el objetivo de reducir la inflación.
Se trató de la segunda subida consecutiva de tal magnitud. Para futuro, el banco central estadounidense apuntó que tomará las próximas decisiones reunión a reunión, teniendo en cuenta el creciente deterioro de la actividad económica.
El mercado descuenta una subida de 50 puntos básicos para la reunión de septiembre y que los tipos alcancen el rango de entre el 3,25% y 3,5% a finales de 2022.
En la rueda de prensa posterior a reunión de la Fed, su presidente Jerome Powell, consideró que no era “probable que la economía estadounidense esté en recesión ahora mismo”. Además, matizó que no piensa que el PIB pueda considerarse un indicador muy fiable para dictaminar si el país se encuentra en tal situación.
De la misma manera, en los últimos días la Administración Biden ha intentado 'quitar hierro' al enfriamiento económico. El propio presidente de EEUU, Joe Biden, consideró el lunes que el país no entraría en recesión, citando la fortaleza del mercado laboral. “Pasaremos de un crecimiento rápido a uno sostenido”, sostuvo.
Previsiones
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, señaló el domingo que la economía estadounidense se "desacelera", pero destacó que los datos no anuncian una recesión. "No digo que evitaremos definitivamente una recesión, pero creo que existe una vía para mantener el vigor del mercado laboral y bajar la inflación", afirmó.
Sin embargo, el país ha entrado en recesión técnica, también en contra de lo que apuntaban, de media, las previsiones. Los expertos esperaban un crecimiento del 0,5% en el segundo trimestre respecto al mismo periodo del año anterior. Pero las estimaciones oscilaban entre una contracción del 2,1% y un crecimiento del 2%.
El déficit comercial de EEUU, que en junio fue el menor en siete meses, animó a los expertos a revisar al alza sus expectativas. JPMorgan esperaba un crecimiento del 1,4% y Goldman Sachs, del 1%. Aunque la Fed de Atlanta mejoró su estimación en cuatro décimas, todavía anticipaba una caída del 1,2%.
Esta ha sido la primera lectura del PIB de EEUU del segundo trimestre de 2022. La revisión del dato se publicará el próximo 25 de agosto.