El presidente estadounidense, Joe Biden, firmó este martes la Ley de Reducción de la Inflación, una iniciativa que propone un impuesto mínimo del 15 % a las compañías con beneficios superiores a los 1.000 millones de dólares (980 millones de euros), contempla más fondos para combatir el cambio climático y amplía las coberturas médicas.
Concretamente, contempla más de 400.000 millones de dólares (393.37 millones de euros) en nuevas inversiones, casi todas centradas en dar un impulso a la industria de la energía verde en el país y a reducir las emisiones de gases contaminantes.
Así, la norma pretende construir una energía limpia para 2030 que incluye 950 millones de paneles solares, 120.000 aerogeneradores y 2.300 plantas de baterías. De esta forma, supondrá la mayor inversión pública contra la crisis climática en la historia de Estados Unidos.
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Además, la norma busca que se genere un impacto en la economía doméstica, con una bajada de unos 500 dólares (492 euros) por año en los costes de la energía y numerosos incentivos para transformar los hogares.
Habrá reembolsos directos de unos 14.000 dólares (13.770 euros) por consumidor para cambiar los sistemas de calefacción o los electrodomésticos por unos más eficientes y también créditos fiscales para instalar energía solar en los hogares y fomentar el uso de vehículos eléctricos.
Impuesto a grandes empresas
Para financiar todas estas inversiones y cumplir con lo previsto, los demócratas proponen un impuesto mínimo del 15 % a las compañías con beneficios superiores a los 1.000 millones de dólares (980 millones de euros), mientras que se reforzará la agencia de recaudación de impuestos para hacer más difícil evitar pagos, entre otras cosas.
Por otra parte, el plan también permitiría que Medicare, un programa de cobertura sanitaria para las personas mayores de 65 años, pueda negociar los precios de las medicinas recetadas.
En la firma de la ley, el presidente la calificó como "una de las más importantes de la historia" del país y que buscará garantizar "la equidad" entre los ciudadanos, tras las duras consecuencias económicas de la pandemia de la Covid-19.
Tasa de inflación
Cabe recordar que la tasa de inflación en Estados Unidos se moderó en julio hasta situarse en el 8,5% gracias a una ralentización en los precios de la energía y, concretamente, del coste de la gasolina y el gas natural.
La ralentización del crecimiento de los precios también fue a escala mensual, quedándose en un 0,3% en comparación con junio, según informó la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo estadounidense. Estas cifras reflejan una moderación de los precios frente al 9,1% de incremento anual y el 1,3% mensual registrados el pasado junio.
Si se excluye del cálculo de la inflación, la volatilidad de la energía y de los alimentos, la tasa de inflación subyacente se situó en julio en el 5,9%.
Más concretamente, el crecimiento mensual de los precios de la gasolina cayó al 7,7% en julio, compensando la subida de los alimentos, el 1,1%. De hecho, el avance de los precios de la energía en el séptimo mes del año fue del 4,6%, con caídas en gasolina y gas natural, si bien en electricidad se produjo una subida.
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El índice energético correspondiente a los últimos doce meses se situó en el 32,9%, una caída sustancial en comparación con el 41,6% que alcanzó el mes anterior, cuando se registró el mayor incremento interanual desde abril de 1980.
En este periodo, el índice de alimentos alcanzó el 10,9%, lo que supone una subida desde el 10,4% anterior, de forma que se registra el nivel más alto desde mayo de 1979.
Buenos datos de empleo
Respecto a los datos de empleo del mes de junio, se crearon 372.000 nuevos puestos de trabajo, 18.000 empleos menos que en mayo.
Así, la tasa de paro estadounidense se mantuvo en el 3,6% por cuarto mes consecutivo. Este porcentaje supone que 5,9 millones de personas se mantienen en situación de desempleo en Estados Unidos.
En el sexto mes del año, la creación de nuevos puestos de trabajo se concentró en los servicios profesionales y empresariales, el ocio, la hostelería y los cuidados de la salud.
Sin embargo, el mercado laboral estadounidense no ha recuperado aún los niveles previos al inicio de la pandemia. La tasa de paro de EEUU se situaba en febrero de 2020 en el 3,5% y había 5,7 millones de desempleados.